La megamoción de 152 páginas presentada por el diputado Ottón Solís para promover recortes al Presupuesto de la República 2015, reduciría el gasto en alquileres del Gobierno en cerca del 26%.
Así lo explicó el legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC), quien dijo que la idea es ahorrar ¢8.372 millones en alquilar edificios y locales el año próximo. Esto obligaría a renegociar contratos.
Solís, quien preside la Comisión de Hacendarios, dice que hay una subejecución estatal en ese tipo de gastos, Además, resaltó que hay contratos que vencen y espacios para que las entidades mejoren los acuerdos de alquiler.
El desembolso total previsto en arrendamientos para el 2015 es de ¢31.819 millones, un 14% más de lo aprobado para este año.
El viceministro de Hacienda, José Francisco Pacheco, dijo que lograr esas reducciones será complicado, “salvo que sea por mero efecto de subejecución”.
Esa subejecución deriva de los montos establecidos en presupuestos anteriores, pero que, por diversas razones, no fueron utilizados.
Piñata. Otro legislador preocupado por el gasto millonario en edificios ajenos es el socialcristiano Luis Vásquez, quien denunció que el Gobierno paga casi ¢2.800 millones a un mismo grupo empresarial.
“Las sumas que arrojó nuestra investigación evidencian una piñata en alquileres; se ven contratos que, de alguna forma, se negociaron antes de terminar el pasado gobierno, con cláusulas leoninas, donde es más barato seguir alquilando que rescindir”, dijo.
Vásquez indicó que, al agregar lo que pagan las instituciones autónomas descentralizadas por arrendar oficinas, el gasto público en alquileres se incrementa a más de ¢40.000 millones.
También criticó que, por ejemplo, el Ministerio de Educación Pública alquile un solo piso del edificio Rofas en más de ¢14 millones y que otros locales tengan valores registrales muy bajos, pero por los cuales el Gobierno paga sumas exorbitantes.