Autoridades policiales de Costa Rica y Nicaragua fijaron acciones conjuntas para combatir la delincuencia y el narcotráfico en la frontera común.
Los acuerdos incluyen el territorio costarricense de isla Calero (Limón), invadido por el Ejército nicaraguense en octubre del 2010 y que derivó en un proceso judicial que tramita la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, Holanda.
En la reunión “se crearon mecanismos para fortalecer la seguridad en la zona” y se definieron protocolos de coordinación, de comunicación y de trabajo para hacer frente al “enemigo común” que representan el crimen organizado, el contrabando, el narcotráfico, el tráfico de personas, entre otros delitos que puedan registrarse en la zona fronteriza.
Así lo resumió el viceministro de Seguridad, Wálter Navarro, quien lideró el equipo tico que se reunió con una delegación nicaraguense el jueves y viernes de la semana pasada, en San José.
A él lo acompañaron, entre otros funcionarios, Mauricio Boraschi, comisionado nacional antidrogas, y Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública.
Por Nicaragua participaron Aminta Granera, directora general de la Policía Nacional, así como otros delegados de la Policía Naval, la Dirección Antidrogas y el Ministerio de Defensa.
Granera dijo que la integración de los grupos de trabajo procura “mejorar la coordinación, el intercambio de información y la coordinación” entre las autoridades policiales de Costa Rica y Nicaragua, agrega un comunicado enviado por la Cancillería tica.
Dentro de tres meses, los equipos volverán a reunirse en Managua para evaluar los avances de lo acordado en el encuentro.
La reunión se desarrolló pese a que desde octubre del 2010 Costa Rica acusó a Nicaragua en diferentes foros internacionales por la usurpación de isla Calero, en la desembocadura del limítrofe río San Juan, en el Caribe, mientras el Gobierno de Managua negó la acusación y aseguró que el territorio le pertenece.
Entre las disposiciones de la CIJ está la integración de una comisión binacional que coordine acciones policiales, para garantizar la seguridad de la zona fronteriza en disputa.