Ante el apuro y la urgencia de Liberación Nacional (PLN) y el gobernante Acción Ciudadana (PAC) por ver cuál amarra primero los 29 votos necesarios para dejarse el Directorio legislativo, la Unidad Social Cristiana (PUSC) comenzó a cotizar caro sus ocho sufragios.
Las negociaciones se avivaron a pocas horas de la elección de hoy, luego de que a última hora el PLN sustituyera a Juan Luis Jiménez Succar como aspirante a la presidencia del Congreso y en su lugar designara a Antonio Álvarez Desanti.
Para ceder sus votos, los socialcristianos piden darle un trámite rápido a los proyectos de ley para contener el gasto público y combatir la evasión fiscal, y dejar para cuando haya tiempo, la creación de nuevos impuestos y el aumento a los tributos existentes.
Además, exigen el nombramiento de alguno de sus legisladores en al menos una de las dos secretarías del Directorio.
Tal es la urgencia por obtener los votos de esa fracción, que los diputados del PAC, primero, y los PLN, después, tuvieron que ir a buscar a los rojiazules a sus despachos y allí empezar el estira y encoge en busca de un acuerdo.
Con la candidata del partido de Gobierno, Emilia Molina, y sus compañeros de bancada Franklin Corella y Laura Garro se reunieron los socialcristianos Jorge Rodríguez, Luis Vásquez, Gerardo Vargas R., William Alvarado y Johnny Leiva.
Posteriormente, ellos mismos con excepción de Vásquez sostuvieron un encuentro de menos de una hora con diputados de Liberación Nacional.
A la cita también asistieron dos legisladores del Movimiento Libertario y los miembros del bloque cristiano, pues la idea es revivir la alianza opositora que se hizo con la cúpula del Congreso en mayo del año pasado.
El nuevo jefe de fracción del PUSC, Gerardo Vargas, reconoció que si bien negocian por aparte con los dos movimientos, ellos se inclinan más por hacerle la contra al oficialismo, debido a que el presidente Luis Guillermo Solís es quien urge al parlamento a aprobar más tributos.
No obstante, la Unidad no puede asegurar sus ocho votos, ya que el diputado Humberto Vargas se niega a apoyar al PLN.
“El PAC es un partido muerto; darle un poco de oxígeno a un partido muerto no tiene ninguna importancia. Esa es mi posición (...). Lo que sí le digo es que no votaría por Liberación”, dijo Vargas.
De lejos, el Frente Amplio duda de darle sus votos a Emilia Molina, ya que exige el respaldo a su propuesta fiscal, y no cree que los otros aliados estén de acuerdo.