El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) corre para ponerse al día con una deuda de ¢66 millones con el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), el cual da asistencia a las familias más pobres del país.
Una denuncia pública hecha por el bloguero Roberto Mora, también conocido como el “cobrador de la Caja”, encendió las alertas.
En su página web, Mora reclamó al candidato presidencial de la Unidad, el médico Rodolfo Hernández, el pago de la deuda que viene arrastrando el partido.
“Por qué usted como representante del PUSC, no cancela estas deudas millonarias con la Caja Costarricense de Seguro Social por concepto de cuotas obrero patronales y, también con Fodesaf”, dijo.
La reacción inicial del comando de campaña de Hernández planteó que eran deudas heredadas, pero minutos después, el vocero del comando de campaña, Víctor Hugo Vargas, emitió una respuesta.
“El doctor Hernández ha dado instrucciones precisas para que la deuda con Fodesaf que él heredó se resuelva antes de una semana”.
Al día de hoy, el PUSC tiene 71 cuotas atrasadas, a pesar de haber suscrito un arreglo de pago por cuentas pendientes, confirmó la directora del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), Amparo Pacheco.
La funcionaria aclaró que aunque no hay una orden de cobro judicial contra el PUSC, sí tienen a la agrupación al tanto de la deuda.
El Fodesaf es un instrumento de lucha contra la pobreza que se ocupa de atender casos extremos en coordinación con otras instituciones sociales y es una dependencia del Ministerio de Trabajo.
Los patronos tanto del sector público como privado están obligados a pagar un tributo del 5% sobre las planillas mensuales de sus trabajadores para darle contenido económico al Fondo.
Mora es un pensionado de 61 años que inició su blog “El cobrador de la CCSS” en el 2009, desde donde hace denuncias como la que ayer generó reacciones en redes sociales contra el PUSC, por ser un partido que se declara abanderado de la lucha contra la pobreza.
Al respecto, Vargas insistió que se trata de una deuda heredada mucho antes de que Hernández fuera candidato del PUSC.