El diputado del PAC Ottón Solís le dará guerra al Presupuesto Nacional que propuso el Gobierno para el 2015. Con tijera en mano, propondrá suprimir gastos por poco más de ¢300.000 millones.
Según el legislador, es posible ahorrar ese dinero reduciendo las partidas de propaganda, dedicación exclusiva, viajes al exterior, consultorías, alquileres, viáticos, alimentos, combustibles, mantenimiento y electricidad.
El congresista de Acción Ciudadana (PAC) quiere recortar casi el 4% del plan de gastos propuesto por la administración de Luis Guillermo Solís, de su partido.
Los ¢300.000 millones equivaldrían a un 1% del producto interno bruto (PIB) del 2015, año en el que se prevé que el déficit fiscal alcanzará el 6,7% de la producción.
Solís presentará a más tardar el miércoles de la próxima semana ante la Comisión de Asuntos Hacendarios, que él mismo preside, una o varias mociones para recortar dichas partidas.
“La tendencia al exceso y al abuso está ahí en todos esos rubros. Tenemos que hacer una revolución violenta y radical del gasto público”, sentenció.
Tras una revisión del proyecto de presupuesto que supera los ¢7,9 billones, y que creció un 19% frente al del 2014, Solís concluyó que en todas las instituciones del Estado existe “gasto inerte” que se debe eliminar.
Cuestiona, por ejemplo, los ¢90 millones que la Asamblea Legislativa presupuestó para alimentación, cifra que quiere bajar a ¢500.000.
“Se presupuesta ese dinero como si esto fuese un comedor escolar, una cárcel. Se ha convertido en natural que la gente coma con plata del Estado, que hayan sodas subsidiadas por todo lado, que jerarcas coman y se sirvan con cuchara grande”, denunció.
Cortes. Solís pretende que se recorte en un 60% el rubro para pagar anualidades a funcionarios nuevos, pues en su criterio no todos merecen ese incentivo por buen desempeño. Esa acción generaría un ahorro de ¢21.000 millones.
En ese apartado de salarios, el ahorro subiría a ¢40.000 millones si se recortan horas extra, aparte de que el diputado busca suprimir 190 plazas en Gobierno, con excepción del Ministerio de Educación.
También quiere quitar ¢422 millones a la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) para pasarlos al Ministerio de Seguridad: “Prometimos cerrarla y voy a hacer todo para reducir su funcionalidad”.
Helio Fallas, ministro de Hacienda, dijo que se debe tener cuidado con los recortes porque estos pueden afectar la operación de instituciones, si se trata de partidas necesarias: “Por ejemplo en Agricultura, este ministerio necesita viáticos porque ahora van a estar más activos y en trabajos de campo, ya que el Gobierno tiene un enfoque de apoyo a la agricultura”.
Las fracciones de Liberación Nacional (PLN), Frente Amplio (FA) y PAC consideraron muy difícil aplicar tanta reducción.
“Es casi imposible”, dijo Juan Luis Jiménez, jefe de fracción del PLN. “Vamos a ayudarle a que hagamos esos recortes para ver si logramos bajar un poco el déficit fiscal, pero esa suma en un presupuesto tan rígido es demasiada elevada. Si se pone en riesgo la funcionalidad de un poder, Liberación no va a ser tan irresponsable de poner sus votos solo para causar caos”.
Gerardo Vargas, del FA, dijo que debe tenerse cuidado de no afectar servicios básicos, mientras que el subjefe del PAC, Javier Cambronero, agregó que no se pueden generalizar las prácticas malsanas y que la visión de su compañero es “extremadamente fiscalista”.
La Unidad Social Cristiana (PUSC) sí apoya la iniciativa. Para la subjefa, Rosibel Ramos, se trata de un buen ejemplo y ojalá todos los diputados metan mano a un “presupuesto irresponsable”.
Medidas. Ottón Solís propondrá una serie de normas presupuestarias para prohibir gastos como hoteles, viajes, consultorías, autos y reparación de computadoras. “Quiero meterle ‘setenas’ y contralorías a todos los desperdicios y ojalá más obstaculizadoras”, dijo.
Estos solo podrían hacerse si el Consejo de Gobierno lo permite tras el aval del ministro y después de informar al Congreso. “Todo lo que es desperdicio es fácil de gastar, quiero ponerle todas las piedras, todos los obstáculos a los desperdicios”, aseveró Solís. Colaboraron Esteban Mata y Esteban Oviedo