Una y otra vez, el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, insistió en la necesidad de que se cree una rutina de tránsito de costarricenses sobre el río San Juan, para hacer valer los derechos de navegación que hay sobre este río nicaragüense, en la frontera con Costa Rica.
Para Solís, esta es una forma de asegurar que no se den abusos de parte del Gobierno de Nicaragua en la zona, al tiempo que se garantiza el respeto a la soberanía nacional.
Además, Solís fue crítico sobre la situación de abandono en que se encuentran las islas Portillos y Calero, luego de que el Gobierno inviertiera cerca de ¢1.500 millones en los tres primeros años de defensa de esta parte del territorio costarricense, luego de que se iniciaron las tensiones con Managua en el 2010.
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El político acompañó a un equipo de La Nación que pudo divisar un aumento en las dragas que tiene allí el gobierno de Daniel Ortega. Aparte de una verificación excesiva de datos por parte del Ejército de Nicaragua, antes de navegar por el San Juan, tanto Solís como el equipo periodístico pudieron transitar sin problemas hasta la desembocadura del mismo en el mar Caribe. El legislador respondió así a una preguntas de este diario, sobre sus observaciones respecto del viaje.
– ¿Qué importancia tiene para el país que ciudadanos costarricenses hagan uso del río San Juan?
– El abandono histórico de la región creó un vacío que facilitó la utilización de la zona por parte del narcotráfico y la intentona usurpadora del Gobierno de Nicaragua. Esto no debe repetirse. Debemos convertir en rutina que costarricenses viajen por el San Juan hasta su desembocadura y que visiten, caminen y pernocten en isla Portillos.
– ¿Qué encontró en esta ocasión diferente a otros recorridos?
– En primer lugar, noté que el trámite en el puesto militar-migratorio nicaragüense en el Delta fue mucho más tortuoso. En segundo lugar, encontré varias dragas operacionales. Antes vi menos dragas y parecían no estar en funcionamiento. Por otra parte, las estructuras físicas de isla Portillos están más deterioradas y fueron muy dañadas por el huracán Otto. Hay muchos árboles arrasados por Otto. Como resultado de esto, hay más visibilidad desde el cauce del San Juan hacia ambas vegas. Otro elemento a destacar es que las pocas personas que habitan inmediatamente al sur de la zona, que estuvo en conflicto, son de origen nicaragüense. Esto no lo había explorado en mis visitas anteriores.
– ¿Cómo lo trataron las autoridades nicaragüenses en su paso por el río San Juan?
– Una vez superada la situación en el Delta no hubo ninguna obstrucción ni ningún maltrato. Destaco que hubo tranquilidad total de los militares nicaragüenses que patrullan el San Juan ante nuestra estadía en Casa Aragón en isla Portillos. Hace un año, me dijeron que no podía estar en Casa Aragón. Ante la observación de que era territorio costarricense, esta vez se alejaron sin decir nada más. De hecho, se portaron muy gentiles en el puesto de San Juanillo, donde hasta nos autorizaron a ir a San Juan del Norte si lo deseábamos, a pesar de que viajábamos con cédula, no con pasaporte. Un patrulla observó nuestra estadía en la desembocadura del San Juan, pero se mantuvo a la distancia. Otras pasaron lentamente frente a Casa Aragón pero su única observación fue que tuviésemos cuidado con las culebras. No nos advirtieron de los millones de zancudos, pero no creo que fuese por mala intención.
– En el recorrido se divisaron siete dragas del Ejército de Nicaragua operando en el San Juan. Esto supone un aumento en la actividad de dragado. Hay ciudadanos quejándose de que esto afecta el cauce del río Colorado. ¿Qué medidas considera se deben tomar?
– Primero, el país debe informar a la Convención Ramsar y a la Corte de La Haya y, segundo, debe contemplarse la posibilidad de hacer dragados compensatorios en el Colorado.
– ¿Qué hay del rumor de que usted fue 'detenido' por autoridades nicaragüenses, si usted no entró a territorio de ese país?
– Es totalmente falso que fui detenido. Los trámites administrativos al reportarnos en el puesto migratorio-militar en el Delta fueron muy lentos, con una serie de preguntas innecesarias y reiteradas. Después de dos horas y media y un incidente por una fotografía y un teléfono, pudimos iniciar sin obstrucciones la navegación por el San Juan hasta su desembocadura en el Mar Caribe.
– ¿Qué recomendación tiene para el Gobierno luego de su paso por las islas Calero y Portillos?
– He remitido informes sobre mis visitas a la zona. En el último, hace un año, hice una serie de recomendaciones detalladas. Mi principal consejo es que el país convierta en rutina la navegación de costarricenses desde el punto en que el río Colorado se desprende del San Juan hasta la desembocadura de este, y que se den con normalidad el desembarco y estadía en Portillos. Por otra parte, creo urgente que se repare el puesto del Minae y el de la Policía de Fronteras, ambos localizados en la margen sur de la laguna Los Portillos, y el sendero que va de este punto hacia el oeste hasta el río San Juan. El huracán Otto destruyó edificaciones y el sendero. Ya han pasado tres meses y nada se ha hecho.
– La finca Aragón se encuentra en abandono. Ese es un territorio administrado por el Minae. ¿Qué consideración tiene para ese punto?
– Que se contrate un cuidador con vocación pecuaria para que explote el pasto que existe en Portillos (pará, taner y gramalote) y que esta persona viva en las facilidades habitacionales que ahí existen (antigua casa de la finca Aragón).
– En el pasado usted había hecho recomendaciones a la Cancillería y a la DIS sobre posibles medidas para empoderar al Estado en ese punto del país. ¿Tuvo alguna respuesta?
– He enviado informes confidenciales después de mis visitas. El primer informe sí causó interés en las autoridades. El Canciller organizó una reunión con el Ministro de Seguridad, el Director de la DIS y expertos de la Cancillería para conversar sobre el tema.
"En mi última visita –hace un año- hice un informe detallado, con numerosas recomendaciones. Lo envié a las autoridades máximas del Minae, del MSP, de la Cancillería y de la DIS, pero creo que no se le prestó la atención que el asunto demanda. Todos los jerarcas me llamaron, pero creo que no se prestó atención a las recomendaciones dirigidas a 'entrar en posesión' de isla Portillos. El primer deber de un Gobierno es proteger la integridad del territorio. Por ello debe prestarse mucha más atención a este tema".