Autoridades costarricenses presentes en esta ciudad sumaban ayer las últimas señales de respaldo de parte de los 192 países votantes, con la intención de garantizarse uno de los tres escaños disponibles para América Latina, donde hay cuatro aspirantes.
Chile quiere reelegirse, mientras Perú y Nicaragua tienen la misma aspiración de Costa Rica de ocupar una silla por tres años en el Consejo, foro de 47 miembros al que el país no ha pertenecido antes.
El canciller, René Castro, que acompaña a la presidenta, Laura Chinchilla, en una gira por Estados Unidos, centrada en atracción de inversiones, estimó ayer que Costa Rica tiene ventaja por su trayectoria y por la suma preliminar de países que han ofrecido apoyo.
Apoyos escritos, verbales, disimulados y canjeados hacen al canciller estar confiado en la membrecía. “Se ha hecho un muy buen trabajo con Eduardo Ulibarri (representante tico ante la ONU) y su equipo”, dijo Castro sobre la forma como esta Administración ha continuado la candidatura presentada en el gobierno de Óscar Arias.
El director de Política Exterior, Jairo Hernández, tenía programado separarse hoy de la comitiva en Washington y tomar un tren a Nueva York para presenciar la elección en Naciones Unidas a las 10 a. m. (8 a. m. hora de Costa Rica).
La candidatura costarricense se concretó a mediados del 2009, a pesar de que Estados Unidos planteó al país proponerse desde el 2007, como consta en los cables enviados a esta ciudad por los diplomáticos estadounidenses en San José.
Ahora, sin embargo, no hay certeza del apoyo de Estados Unidos, pues su gobierno tiene por costumbre no decir a quién respalda antes de este tipo de elecciones. Lo mismo ocurre con China, un país con el que Costa Rica tiene una especial relación diplomática.
Sí está seguro el apoyo de los miembros de la Unión Europea, según Castro, quien admitió que es “incómodo” postularse a este Consejo en momentos en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos amenaza con llevar a juicio internacional al Estado costarricense por carecer de una ley sobre fertilización in vitro.
“No es que vean a Costa Rica como un santo, pero el mundo sí reconoce que el país lleva pasos adelantados en muchas áreas en comparación con otras zonas del mundo”, declaró el Canciller a la prensa, quien dijo que su criterio personal “no prohibiría” el reconocimiento legal de las parejas homosexuales.
Chinchilla subrayó los atestados del país. “Más allá de tareas que Costa Rica pueda tener pendientes, como esas dos que se mencionan, nadie disputa a Costa Rica su trayectoria en derechos humanos”.
“Más bien en este momento se cuestiona el compromiso de otros países con la libertad de expresión, con prensa independiente y acceso a derechos como salud y educación. Costa Rica es un ejemplo en este campo”, dijo ayer. En la jornada mencionó al menos tres veces el tema de la prensa independiente.
Chinchilla acabó ayer su agenda de reuniones con ejecutivos de empresas cuyas inversiones pretende atraer a Costa Rica. Los nombres se mantienen “reservados en este momento y se conocerán cuando el proceso esté maduro”, justificó la ministra de Comercio Exterior, Anabel González.
También visitaron ayer las oficinas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para analizar el abordaje de la biotecnología aplicada a las ciencias de la salud.
Chinchilla termina hoy sus reuniones formales con actividades en el BID, donde firmará un préstamos para seguridad por $130 millones. También recoge un premio ambiental e irá a actos académicos en el Instituto Brookings y en la Universidad de Georgetown, donde se graduó en 1989.