De aprobarse definitivamente el nuevo código procesal laboral, los juicios de trabajo podrían acortarse y pasar de años a meses.
La propuesta plantea cambiar los procesos documentales por procesos orales en las disputas del juzgado de trabajo, lo que, a criterio de los congresistas, plantea un ahorro significativo de tiempo.
El plan de ley recibió primer debate el martes y está a una votación de pasar a ser ley de la República, toda vez que la presidenta, Laura Chinchilla, le dé el visto bueno.
La propuesta, impulsada por el diputado del Frente Amplio, José María Villalta, contó con el apoyo unánime de los 49 legisladores presentes al momento de la votación.
“Es un avance en la legislación laboral y protege los derechos de los trabajadores. Viene a modernizar y agilizar los juicios laborales”, expresó Villalta.
El proyecto se discutió bajo el expediente 15.990 y plantea una actualización de las leyes laborales, materia pendiente con compromisos asumidos con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La iniciativa tuvo apoyo del sector privado y sindical; sin embargo, para llegar a ese punto de acuerdo, los diputados debieron evitar temas escabrosos como la ampliación de potestades de los denominados “comités permanentes”.
Estos grupos ya existen en la ley laboral vigente, pero la ley pretendía darles más posibilidades para representar a los trabajadores frente a sus patronos en los conflictos laborales.
Este punto entrababa el proyecto y por eso el acuerdo fue dejarlo de lado para una futura discusión.
“Por sacar el proyecto se sacrificaron los comités permanentes”, dijo Luis Gerardo Villanueva de Liberación Nacional.
Villalta se opuso al fortalecimiento de los comités por considerar que afecta a los sindicatos.