En contraste con la luz del Sol que iluminaba la Asamblea Legislativa, los tonos negro y gris que utilizaron los legisladores le pusieron un toque de sobriedad a la elección del directorio legislativo.
Los trajes sastre de manga larga predominaron en la vestimenta de las diputadas, quienes, en general, optaron por el uso de maquillajes, accesorios y peinados discretos, tal como lo exige el protocolo. Ese principio no se cumplió con el calzado, pues algunas optaron por llevar zapatos con plataforma o pedrería exagerada. Tal es el caso de la liberacionista Aracelly Segura.
Entre las más elegantes y respetuosas de las normas, sobresalieron Sandra Piszk, diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), así como Emilia Molina y Laura María Garro, ambas del Partido Acción Ciudadana (PAC).
La diputada del PAC Epsy Campbell, quien optó por un vestido sin mangas que no cumplía con el protocolo, a pesar de ser negro. "Es moderno, fresco y responde a la época de cambio que estamos viviendo", detalló.
Otra que desentonó fue la liberacionista Paulina Ramírez Portuguez, quien lució un traje sastre negro, pero con una camisa blanca, según dijo el experto en moda Roberto Lobo.
Sobriedad. En el caso de los hombres, la mayoría se apegó a las normas de la vestimenta, que exigen el uso de traje negro, camisa blanca y corbata gris. Mención aparte merecen Jorge Rodríguez, del PUSC, Antonio Álvarez Desanti, del PLN, Otto Guevara, del Movimiento Libertario (ML), y Óscar López, del Partido Accesibildiad Sin Exclusión (PASE), quienes lucían impecables.
El diputado que definitivamente pasó por alto las normas de la vestimenta fue Víctor Hugo Morales, del PAC, quien aseguró que no llebava corbata porque se siente más cómodo sin ella. Por su parte, el socialcristiano Rodolfo Piza lució un traje gris claro y una corbata roja que hacía alusión a su partido pero rompía con las normas.