Un Cadillac sedán de 1976 está entre los vehículos de Casa Presidencial que el mandatario, Luis Guillermo Solís, dio como extraviados en su informe de los primeros 100 días de Gobierno.
También, está un Toyota doble tracción de 1975, una motocicleta Vespa de 1983 y más de una docena de autos rusos marca Lada, ya muy escasos en el mercado nacional y fabricados en diversos años de la década de los ochenta.
Todos son parte de un grupo de 128 vehículos que el Ministerio de la Presidencia reporta como inscritos a su nombre sin saber en dónde están físicamente. El caso lo citó el jueves Solís como parte del “desorden” que encontró en la administración pública.
De acuerdo con documentos en manos de La Nación , estos vehículos tienen una edad promedio de 26 años y más de dos docenas son motocicletas.
El más antiguo fue inscrito en 1950, pero sus características no están en el Registro Nacional.
Desde la administración anterior, Presidencia inició gestiones para desincribir poco más de 70 de estos vehículos con el argumento de que ya son chatarra o que se desconoce su ubicación.
En Casa Presidencial creen que los autos que se extraviaron no fueron robados, sino que se encuentran en otra institución pública o bien, son materia de desecho.
Según el director jurídico de la Presidencia, Marvin Carvajal, la hipótesis es que nunca se registró el traslado de los automotores y por ende, no se sabe cuál uso se les dio.
Principalmente, se presume que los carros hayan sido enviados a entidades adscritas al Ministerio de la Presidencia, como la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), que no tienen personería jurídica.
Carvajal agregó que incluso estiman que la mayoría de esos vehículos ya no está en uso, debido a su antigüedad. Además, un alto porcentaje tiene hasta 21 años de atraso en el pago de marchamos.
“Nunca se llevaron los registros, es un tema de orden administrativo. Ahora estamos en una investigación carro por carro para saber dónde están”, explicó Carvajal, quien agregó que ya se encontraron siete aún en servicio en otras instituciones, aunque no las citó.
En declaraciones a ADN Radio 90.7 FM, el exministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, salió en defensa de las últimas dos administraciones: “Ni en la administración Chinchilla Miranda, ni en la administración Arias Sánchez, se perdieron carros. Hace más de 20 años se compraron esos carros para instituciones adscritas como la DIS, Sinart, Consejo Nacional de la Personal Adulta Mayor, al Servicio Civil y un programa especial del Ministerio de Salud”.
Ayer, el presidente Solís dijo que si esos autos se convirtieron en chatarra, tiene que haber un registro de dónde están y que lo peor es que se sigue pagando impuestos por ellos. Colaboró Álvaro Murillo