Están en la lista de “objetos del deseo” desde que Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas, en el 2007.
Son los turistas chinos o, para más precisión, los turistas chinos millonarios, esos que están dispuestos a luchar por obtener una visa de Costa Rica y cruzar medio planeta para llegar a un destino que posee paisajes parecidos a los de otros países más cercanos.
La tentación es grande. China es el mayor emisor de turistas del mundo y va en crecimiento la clase alta china, se expanden sus horizontes y cada uno de ellos gasta, en promedio, $12.000 cada vez que sale a pasear por ahí, 12 veces el monto promedio que deja en Costa Rica cualquier otro visitante.
Por eso, el Gobierno quiere entrar con fuerza en la competencia contra otros países latinoamericanos por esos viajeros chinos cosmopolitas y sofisticados.
Lo dejó claro ayer, en China, el presidente Luis Guillermo Solís, al fijar la atracción de turistas chinos como una prioridad en una agenda bilateral de por sí llena de prioridades, pues se trata del gigante asiático y de su único país aliado en Centroamérica.
China será pronto el principal socio comercial de América Latina si persiste el intercambio actual, enfatizó Solís después de reunirse con Li Jinzao, director de la Administración Nacional de Turismo de China.
Luego de esa conversación, dio dos anuncios relevantes: Costa Rica abrirá un consulado en Shanghái (la ciudad china más poblada) y ambos países trabajarán para lograr la meta de establecer un vuelo directo entre suelo chino y tierras ticas, a pesar de las dificultades técnicas y de rentabilidad que implicaría un avión enorme cruzando el océano y aterrizando en la limitada pista del Juan Santamaría.
Hay por delante todo un desafío que involucra agencias turísticas, el negocio de las aerolíneas, trámites migratorios, inversiones en promoción y, por supuesto, lograr agradar a los turistas que van llegando, que en el 2013 fueron solo 7.800, según el registro oficial (15% más que en el 2012).
En paralelo, están trabajando otros países. Por ejemplo, Ecuador, cuyo presidente, Rafael Correa, también está en China y ya anunció que suprimirá el requisito de visa para turistas chinos, los que en el 2013 fueron 14.000, 40% más que en el 2012.
Las visas. Esa sería una gran ventaja frente a Costa Rica, a juzgar por la opinión del exembajador tico en China, Marco Vinicio Ruiz, quien considera “un escollo” la visa, tal cual la exige hoy el país para turistas chinos.
Antes, esas visas eran tan restringidas que no las podía dar el consulado en Pekín. Ahora sí se emiten allá, pero solo se conceden a residentes de la capital o de Shanghái, por ser los centros económicos del país, explicó el exministro de Seguridad, Mario Zamora. Las autoridades migratorias siguen viendo un riesgo de que las visas sean no turísticas, sino migratorias.
“Las visas son un problemita”, admitió el ministro de Turismo, Wilhelm von Breymann, quien, sin embargo, celebró el empuje gubernamental para reforzar incipientes pasos administrativos y de promoción en ferias de turismo a ambos lados del océano Pacífico.
“Es demasiado papel y demasiado trámite. Estados de cuenta, reportes de policía y uno hasta se asusta”, contó Ruiz, quien subrayó las dificultades de la industria, pero reconoció el valor de dar los pasos en esa dirección.
“No van a venir mañana, pero hay que empezar”, declaró el exembajador, empresario y asesor de inversiones chinas, satisfecho de que Solís, en su visita, haya decidido continuar los pasos de los Gobiernos pasados. Anteayer anunció el impulso a una zona económica especial (ZEE), además de recibir de modo sorpresivo el anuncio de una donación de $24 millones (casi la cuarta parte del costo del Estadio Nacional que China donó en el 2007).
Solís, Rafael Correa y Nicolás Maduro están esta semana en asuntos bilaterales con el Gobierno de China, en encuentros con el presidente Xi Jinping, pero también participan en el Foro de China con la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac), de la cual Costa Rica es presidente temporal hasta el 28 de enero, cuando dará paso a Ecuador.
A los tres gobernantes, China les ofrece cooperación técnica y financiera, aunque Solís dijo que pretende una relación bilateral más igualitaria, que trascienda los regalos hechos por el Gobierno chino desde el 2007, cuando se estableció el lazo con los presidentes Óscar Arias y Hu Jintao.