El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, reconoció este martes su oposición al texto actual del plan de rescate a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) turísticas que fueron afectadas por la crisis económica del 2008.
Solís dijo no apoyar el texto actual del plan de rescate, 24 horas después de La Nación revelara que ese proyecto de ley se iba a votar a ciegas en la Asamblea Legislativa, donde nadie dice quiénes son los beneficiarios ni cuánto deben ni por qué.
El mandatario dijo en conferencia de prensa que el proyecto de ley 19.318, Programa de Apoyo y Reactivación de las Mipymes del Sector Turismo Costarricense, tal y como está redactado actualmente "tendría un impacto muy negativo" en el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) y en el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Del presupuesto del SBD y del ICT provendrían los $15 millones con los que se pretende financiar esa iniciativa que tiene la intención de readecuar las deudas de las empresas afectadas y reducir las tasas de interés en cuatro puntos porcentuales.
"Lo que hace ese proyecto en los términos actuales es socavar tanto la Banca de Desarrollo como los fondos del ICT que se tienen para las campañas de divulgación de Costa Rica en el mundo", aseguró Solís.
Agregó que él apoya ese proyecto de ley pero en los términos en que se planteó inicialmente y no como ingresó al plenario legislativo donde ocupa los primeros lugares de la agenda para su aprobación en primer debate.
"Siempre estuvimos y continuamos apoyando esa iniciativa; sin embargo, en el proceso de debate de esta iniciativa se pasó de una propuesta razonable, moderada, de intervención de diferentes fuentes que financiarían ese programa, especialmente el SBD y el ICT, a un proyecto que no tiene nada que ver con lo que habíamos apoyado originalmente".
"Hay una serie de condiciones en el nuevo texto de la ley que no eran las que originalmente habíamos pactado, a lo que consideramos pertinente", declaró Solís.
Entre otras cosas, el mandatario cuestiona que en el texto actual no se ponen límites a los montos de intervención de la Banca para el Desarrollo y que no se asegura si efectivamente solo se beneficia a pequeñas y medianas empresas.
"Las empresas tenían que haber invertido los recursos en plazos específicos, no era una cosa abierta; eran muchas condiciones, no se estaba hablando originalmente de que la Banca de Desarrollo comprara propiedades que estaban rematadas por los bancos, que las asumiera y después se las entregara a los antiguos propietarios", afirmó el presidente.
Las declaraciones del mandatario chocan con las que dio durante su discurso de rendición de cuentas en el Congreso, el pasado 1.° de mayo, cuando instó a los diputados a aprobar esa iniciativa y no mencionó ninguna objeción.
"Para la segunda legislatura que inicia hoy (1.° de mayo para el lector), respetuosamente insto a las señoras y señores diputados a avanzar hasta la aprobación final de proyectos de ley como el que fortalecen el Incofer (Instituto Costarricense de Ferrocarriles) y promocionan el tren eléctrico interurbano de la GAM (Expediente legislativo 18.252), el programa de apoyo y reactivación de Mipymes del sector turismo costarricense (expediente legislativo 19.318)", leyó ese día.