Limón. “Yo sería la persona más contenta con que la concesión y las obras inicien en diciembre, pero ustedes saben que Setena es un enorme cuello de botella en muchos proyectos de desarrollo del país”.
Ese deseo y esa preocupación en torno a la construcción de un nuevo muelle para contenedores en Moín, fueron externados ayer por la presidenta, Laura Chinchilla.
El plan que contaría con una plataforma de 80 hectáreas de patio y un costo cercano a los $1.000 millones, está varado a la espera de la resolución de viabilidad ambiental que debe emitir la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).
“Le hemos pedido (a Setena) que este proyecto no lo descuiden. Vamos para adelante”, afirmó la mandataria la noche del sábado, previo a las celebraciones del Día de la Persona Negra.
La Secretaría Técnica Nacional Ambiental analiza el estudio de impacto ambiental bajo el expediente 7968-2013.
Rogelio Douglas, gerente de proyectos de APM Terminals, que es la empresa encargada de la obra, informó de que entregaron un estudio de impacto ambiental de más de 3.000 páginas a la Setena; sin embargo, aún no tienen respuesta.
La espera de la aprobación ambiental genera un atraso en los planes de inicio de las obras, inicialmente programadas para este mes de setiembre, plazo que ya no se cumplirá.
Paul Gallie, director general de la concesionaria APM Terminals, aseguró que a pesar de la demora, están tranquilos.
“Creo que un proyecto de esta importancia para el país debe ser bien analizado, y por eso, somos respetuosos del proceso de permisos que debe llevar el Gobierno”, afirmó Paul Gallie.
“Somos conscientes de que en un megaproyecto siempre hay problemas”, añadió.
Gallie no se atrevió a plantear una fecha aproximada para el inicio de la construcción de la nueva terminal de contenedores.
Tensa espera. De acuerdo con la empresa, emplearán a 800 personas en la etapa constructiva y otras 300 en la operación del muelle.
En octubre del año pasado, Nils S. Andersen , director ejecutivo de la naviera A.P. Moller-Maersk (firma madre de APM Terminals), estuvo en el país para estudiar el clima de la inversión y la actitud del Gobierno.
“Lo más importante para mí es tener una impresión de cuáles son los deseos del Gobierno y entender muy bien cómo podemos cumplir nosotros”, dijo a La Nación Andersen antes de reunirse con la presidenta Laura Chinchilla
Luego de superar escollos jurídicos presentados por el sindicato de la Junta de Administración Portuaria y Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), la firma espera el visto bueno de la autoridad ambiental.
Los sindicalistas se oponen a la terminal aduciendo que afectará directamente a Japdeva.
El descontento llegó a su punto más visible en junio de este año los sindicalistas organizaron protestas callejeras y paralizaron el muelle de Moín. El tema divide a los limonenses, que ayer bailaron juntos en el Día de la Persona Negra.