Joe Biden, Porfirio Lobo, Laura Chichilla U.S. Vice President Joe Biden, left, Hondura's President Porfirio Lobo, center, and Costa Rica President Laura Chinchilla, right, pose for pictures at the presidential house in Tegucigalpa, Honduras, Tuesday, March, 6, 2012. Biden is on a one-day visit to Honduras. (AP Photo/Esteban Felix) (Esteban Felix)
Este tema, impulsado por Guatemala, fue el plato fuerte del almuerzo que sostuvieron los mandatarios de Centroamérica con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, en Tegucigalpa.
Un plato que a todas luces contrarió al comensal norteamericano, pues la posibilidad de despenalizar las drogas adversa la posición de los Estados Unidos.
Tanto Biden –el lunes en México– como –una semana antes– la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, en Costa Rica, descartaron la posibilidad de que la legalización de la producción y comercialización de drogas ayude a paliar el flagelo del narcotráfico.
Pero la Casa Presidencial de Tegucigalpa fue ayer testigo de que los mandatarios Porfirio Lobo, de Honduras; Laura Chinchilla, de Costa Rica; Mauricio Funes de El Salvador; Otto Pérez Molina, de Guatemala; Daniel Ortega, de Nicaragua, y Ricardo Martinelli, de Panamá, firmaron el documento donde acuerdan discutir la posibilidad de la despenalización, entre otros esfuerzos para contrarrestar la violencia producto del narco.
Chinchilla reiteró su apoyo a la decisión de abrir el debate, adelantada desde el 16 de febrero, y agregó que plantear tal discusión no implica necesariamente una posición homogénea sobre el tema.
Pese a que los presidentes de Panamá, El Salvador y Honduras expresaron su rechazo a una despenalización, se mostraron, igual que Costa Rica y Nicaragua, abiertos a una discusión.
“La posición de El Salvador es que la despenalización de la producción, el tráfico y el consumo de drogas en nada beneficia a la región”, dijo Funes, tras reclamar “más ayuda” de EE. UU.
Chinchilla advirtió que la violencia que genera el narco en la región dispara los índices de inseguridad y criminalidad, y por ello abogó por la discusión de nuevas medidas contra estos problemas.
La violencia en el Istmo se ha disparado de manera tal que Honduras es la nación más peligrosa del mundo: registra 82 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Según dijo Chinchilla a
El número dos de la Casa Blanca expresó que su país se compromete a cumplir sus promesas de ayuda contra el narco, que consta de un aporte de $361 millones que se ha venido desembolsando desde 2008. Ofreció gestionar $107 millones.
De esta manera, allí, durante la reunión almuerzo y frente al vicepresidente Biden, el presidente guatemalteco propuso la apertura del análisis del asunto. “Es una decisión de todos los presidentes”.