El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) rechazó la solicitud del sindicalista Fabio Chaves de acogerse al proceso de movilidad laboral y, por el contrario, sigue adelante con el proceso de despido que le abrió en noviembre del 2015.
Así lo confirmó la oficina de Prensa de la institución, la cual agregó que Chaves regresó a sus labores como capacitador en el área de Telecomunicaciones, luego de meses de estar fuera de su puesto de trabajo.
El sindicalista, quien tiene 36 años de laborar en el ICE, afronta un procedimiento de destitución por ausentismo en el trabajo.
Si la entidad lo hubiese incluido en el grupo de beneficiarios de la movilidad laboral, el dirigente se habría librado de un eventual despido.
Roberto Chacón, jefe de Capital Humano, había adelantado a La Nación que la solicitud de Chaves estaba en la lista de 400 funcionarios que se anotaron para recibir el beneficio.
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La movilidad laboral consiste en ofrecer una compensación económica, además del auxilio de cesantía, a aquellos funcionarios que acepten retirarse voluntariamente de la institución.
A finales del año pasado, el ICE abrió una oferta de este tipo, en la que otorgaba hasta diez salarios adicionales, a fin de disminuir la presión financiera sobre la planilla y reducir sus costos de operación. Este no es un proceso nuevo. Ya en el pasado lo ha realizado en cuatro ocasiones.
El proceso de despido contra Chaves obedece a lo siguiente: en mayo del 2015, el también presidente de la Asociación de Empleados del ICE (Asdeice) obtuvo un permiso de la gerencia del ICE para discutir con la Administración del Instituto, en nombre de los sindicatos de la entidad, asuntos sobre recursos humanos y telecomunicaciones.
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Sin embargo, en setiembre, Chaves se levantó de la mesa de negociación luego de que el ICE aprobara un régimen de salario único para los futuros empleados de la institución.
En vista de que ya no estaba en el diálogo, el ICE le instó a regresar al trabajo, pero él no lo hizo, lo que motivó la apertura del proceso de despido.
En el 2014, el actual diputado del Frente Amplio y entonces sindicalista Jorge Arguedas, sí logró acogerse a un proceso de movilidad antes de asumir su curul en el Congreso.
Al igual que Chaves, Arguedas enfrentaba un proceso de despido por ausentismo. En su caso, las autoridades del ICE lo dejaron ir, pagándole un plus junto con su liquidación.