Tres meses de discusión y de disputa por hacer recortes en los gastos del Gobierno terminaron ayer con la aprobación en segundo debate del Presupuesto Nacional para el 2015, con los votos de 27 diputados a favor y solamente 22 en contra.
Así concluye la historia de tensión y choques, luego de que el Gobierno torciera los brazos de una mayoría de los ocho legisladores del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y acumulara el apoyo de los dos de Renovación Costarricense.
El cambio se dio luego de una carta del presidente Luis Guillermo Solís al jefe de la fracción del PUSC, Rafael Ortiz, donde se comprometió a aplicar en el plan de gastos por ¢7,9 billones los recortes propuestos por el Gobierno (¢61.000 millones) y las normas presupuestarias sobre responsabilidad fiscal y gasto eficiente incluidas en el informe de mayoría de la Comisión de Asuntos Hacendarios.
Esa nota y otra más del ministro de Hacienda, Helio Fallas, dieron al traste con la negativa de los socialcristianos Ortiz y Luis Vásquez. Humberto Vargas y Jorge Rodríguez sí estaban en la línea de apoyo a Zapote.
Solo se mantuvieron en contra del plan gubernamental Rosibel Ramos y Gerardo Vargas Rojas, quienes se enojaron con sus compañeros de partido.
Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel, de Renovación Costarricense, también se sumaron al Ejecutivo, bajo el argumento de que daban su lucha por los recortes, pero que era irresponsable votar en contra el Presupuesto, lo cual era un atentado contra la institucionalidad.
Aliados. Los 27 votos a favor de la autorización de gastos por ¢7,9 billones incluyeron a 11 congresistas del Partido Acción Ciudadana (PAC), los nueve miembros del Frente Amplio, cuatro del PUSC, los dos de Renovación y Óscar López, del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE).
En contra se sumaron 22 votos: 15 del Partido Liberación Nacional (PLN), tres del Movimiento Libertario, dos del PUSC, el de Restauración Nacional y el de Alianza Demócrata Cristiana.
En la discusión, el oficialismo tuvo que soportar fuertes críticas por bloquear durante el trámite legislativo la reducción de los gastos presupuestarios.
Igualmente, el presidente legislativo, Henry Mora, fue atacado duramente por dar por aprobado el presupuesto, en primer debate, el lunes, pese a una votación negativa mayoritaria.
Esos ataques vinieron, incluso, de sus compañeros de partido, Ottón Solís y Epsy Campbell.
Gerardo Vargas, del PUSC, intentó que se declarara la nulidad de la tramitación legislativa, pero Mora rechazó su moción, por considerar que la resolución del lunes ya estaba en firme.
Entre los gastos avalados están ¢32.000 millones para alquileres y ¢2,3 billones para remuneraciones.