El Ministerio Público investiga la forma en que una compañía del empresario de espectáculos Don Stockwell Ulloa aportó más de $1 millón al Movimiento Libertario mediante la compra de bonos de deuda política.
Guillermo Hernández, fiscal de Delitos Económicos y Legitimación de Capitales, confirmó las pesquisas sobre la transacción a raíz de un señalamiento del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) incluido en un informe sobre el financiamiento del Libertario.
El TSE advirtió que la adquisición se hizo de manera poco común, pues el empresario recurrió a una firma del excandidato presidencial, Otto Guevara, para comprar los bonos de campaña.
En enero del 2010, la compañía Eventos y Música Tropix II, presidida por Stockwell, compró 739 bonos del Movimiento Libertario en ¢555 millones.
Sin embargo, para realizar esa operación, Stockwell le otorgó un poder a la sociedad DAGU Producciones, proveedora de servicios del Libertario, de la cual Otto Guevara es socio. De esa manera, DAGU se encargó de depositar el dinero en la cuenta del partido.
Aparte de los bancos, que otorgaron préstamos a los partidos, ninguna otra empresa o persona entregó tanto dinero a una agrupación política en ese proceso electoral del 2010.
Sobre la transacción, el informe del TSE indicó: “Este departamento (Financiamiento de Partidos Políticos) no tiene conocimiento de otros casos en que una persona jurídica realice compras de certificados mediando otra persona jurídica, situación que da lugar a que en el comprobante de depósito, los estados de cuenta bancarios y la información contable, los registros no evidencien la participación de Eventos y Música Tropix II S. A”.
Consultado ayer por este medio, Stockwell afirmó: “Simplemente vi una oportunidad de inversión que en su momento me parecía una excelente oportunidad de ganarme un excelente retorno de inversión casi nunca visto en el mercado y quise aprovecharlo”.
“Perdí dinero en dicha inversión y eso es totalmente problema mío y de nadie más. No soy ni funcionario público ni nada por el estilo, invertí al igual que cientos de otros ciudadanos, empresas y bancos en la deuda política y punto”, continuó.
Después de las elecciones, la empresa de Stockwell perdió más de ¢200 millones con la operación, pues la deuda política que el TSE le retribuyó al partido por cantidad de votos obtenidos, no alcanzó para pagar la totalidad de los bonos.
Por su lado, Otto Guevara sostuvo que esta compra de los bonos surgió porque Stockwell tenía “una plata parqueada” de unos conciertos que no realizó.
Según Guevara, personeros del partido le propusieron al empresario, quien apoyaba la campaña libertaria, invertir en bonos al argumentar que podía ganar hasta un 15% del valor de la inversión más un interés equivalente a la tasa básica pasiva más un punto.
En declaraciones a