El escenario podría ser este: un candidato con fuerza local en una municipalidad de la periferia del país, pero sin dinero para financiar la campaña y llegar al puesto pretendido.
Alrededor de ese aspirante, una persona con millones, o un grupo dispuesto a invertir una pequeña parte para tener después beneficios en su proyecto urbanístico, una patente, una concesión territorial o un favor de los policías municipales.
O aun peor: un grupo narcotraficante que quiera tener sus propios regidores.
La tentación es posible, reconocen en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), conscientes de la imposibilidad de vigilar las campañas en los 81 cantones, como se pueden monitorear las nacionales.
“Es un riesgo”, reconoce el director de Programas Electorales del TSE, Héctor Fernández, quien admite que la única manera de llevar el pulso es con denuncias concretas.
“En la campaña nacional se ven las cosas mejor. Si un partido dice que no tuvo ingresos y uno vio que tuvo muchos anuncios en televisión o en la calle, pues se puede revisar bien. Pero en esta elección, en realidad, son 81 elecciones muy diversas”, comentó Fernández.
Para estos comicios hay financiamiento estatal, pero solo después de pasadas las votaciones y sobre gastos comprobables en caso de que la agrupación política logre colocar al menos un regidor o tener el 4% de los votos válidos del cantón.
Es decir, los partidos deben enfrentar la campaña con recursos propios, donaciones de ciudadanos o préstamos tradicionales, a riesgo de no lograr el derecho a deuda política.
El riesgo de que dineros sucios se filtren en la campaña lo reconocen algunos dirigentes de los principales partidos, quienes aseguran, sin embargo, tener todo bajo control.
Líderes del Frente Amplio y de la Unidad Social Cristiana dijeron que sus aspirantes están muy vinculados a las comunidades, con lo cual hay una vigilancia permanente.
La presidenta de Acción Ciudadana (PAC), Margarita Bolaños, confía en el estilo que dice tener su partido. “Siempre estamos atentos, pero como en el PAC nada se tapa, si a alguien se le ocurre, saldrá a la luz irremediablemente”. En Liberación Nacional, el secretario, Fernando Zamora, advirtió: “Seremos radicales ante el dinero de gente sospechosa”.