La falta de legislación en Costa Rica para regular el empleo de la fecundación in vitro facilitaría la eventual aplicación irregular e irresponsable de esa técnica.
Así lo advirtieron el diputado independiente Luis Fishman y la defensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum, quienes coinciden en que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos simplemente levantó la prohibición que existía en el país.
De acuerdo con Fishman, la sentencia de la Corte –dada a conocer en diciembre pasado– anuló el criterio de la Sala Constitucional, según el cual la fecundación in vitro es materia que requiere una ley.
“La legislación no es una condición sine qua non para que se pueda aplicar la fecundación in vitro”, dijo Fishman, quien apuntó que los criterios jurídicos de la Corte sí ordenan al Ejecutivo la implementación de la técnica en el sector público, pero por un tema de igualdad.
“Yo pienso exactamente igual” (que Luis Fishman), explicó la defensora, quien teme que empiecen a aparecer supuestos especialistas irresponsables que seduzcan a la población asegurando ser expertos en materia de infertilidad.
En ese sentido, Taitelbaum dijo que por lo menos debería existir la regulación del Ministerio de Salud, ante los tambores de bloqueo que suenan fuerte en la Asamblea Legislativa.
En contra. A diferencia del legislador independiente y de la defensora, la socialcristiana Gloria Bejarano cree que se debe legislar de forma equilibrada, y que aún no se puede aplicar la técnica.
“Mientras la ley que permite la FIV no se haya aprobado, estamos incumpliendo el mandato”, dijo Bejarano, quien forma parte de la Comisión de Asuntos Sociales, que ya tramita el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo.
Ese proyecto avanza con audiencias y pide el criterio de especialistas en la materia, luego de que la presidenta del foro, Elibeth Venegas, unificó los proyectos sobre fecundación in vitro que existen en el Congreso.
Los tambores de guerra que garantizan el bloqueo a la FIV, a los que se refiere la defensora de los Habitantes, provienen de Carlos Avendaño, quien asegura que los promotores de la técnica quieren saltarse pasos en la atención de la infertilidad en el sector público.
“Estas interpretaciones tienen el propósito de presionar. El primer paso debería ser la atención integral de la infertilidad”, dijo el diputado, quien es pastor evangélico.
Según Avendaño, no se puede llegar a una cirugía sin haber intentado los posibles tratamientos, y con la presión se está obviando el tratamiento que la Caja Costarricense de Seguro Social puede y debe atender. El proyecto de ley aún está en la Comisión de Sociales.