Al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, se le conoce en Corea del Sur por su habilidad para eludir las preguntas. A fin de cuentas, es un diplomático, quizá el mayor diplomático del mundo.
Él, o su equipo, aceptaron esta entrevista al finalizar su jornada de actividades públicas, las únicas en su estadía de cinco días en Costa Rica. Se va el 4 de agosto.
Fue una visita protocolaria, sin temas de fondo que resolver, aunque sí aprovechó para abogar por medios de transporte menos contaminantes y por los derechos de los pueblos indígenas, dos temas relevantes para Costa Rica y acordes con la agenda de la ONU.
La matanza en Gaza, sin embargo, acabó siendo el tema de la jornada, valiéndose Ban de estar en un país “que es símbolo de paz”, como dijo al llegar. Costa Rica está “siempre en línea con los principios básicos de la ONU”, afirmó en esta entrevista, en el hotel Real Intercontinental. La alfombra roja en el edificio indicaba que alojaban a un huésped importante.
Su nombre de pila es Ki-moon y se apellida Ban, fue canciller surcoreano y tiene 70 años. Su esposa es Yoo Soon-taek y lo acompaña en este viaje. Es más hábil para enfrentar preguntas que para andar en bicicleta, a juzgar por los dos minutos que pedaleó al mediodía para abogar por el transporte limpio.
Estas fueron las respuestas del diplomático mayor el miércoles 30 de julio, 22 horas antes de conocerse la tregua de 72 horas entre Israel y Hamás.
Habló de Costa Rica al llegar. ¿Cómo haría usted su retrato?
Costa Rica es un socio fuerte del Sistema de Naciones Unidas. Sin importar qué política promueva, siempre va en línea con los principios básicos de la ONU. Es un país conocido por promocionar la paz, muy comprometido con el desarrollo sostenible y uno de los pocos países “climáticamente” amigables.
¿Ve realista la meta del país de ser ‘carbono neutral’ en el 2021?
Es una meta bastante ambiciosa. La recomendación del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático) es que debemos reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero, a los niveles de 1999. Eso es muy ambicioso. Yo recomendaría que el presidente de Costa Rica venga al encuentro del foro para declararle al mundo que otros países deberían emular a Costa Rica.
¿Cómo lograr el balance entre cambio climático y los derechos de las poblaciones? Aquí tenemos el Proyecto Hidroeléctrico El Diquís, que parece una lucha entre derechos de pueblos indígenas y la obtención de energías limpias.
Me reuní con 35 o 36 representantes de 24 pueblos indígenas. Escuché sus preocupaciones y aspiraciones. Esta población ha sido discriminada y marginada. Ellos siempre han sido considerados como intrusos y por eso han sido marginados. Esto tiene que cambiar.
¿Y cómo lograr el equilibrio?
La población indígena siempre ha vivido armoniosamente con la naturaleza; no saben vivir de otra manera que no sea protegiendo la naturaleza. Pero, ahora, en este siglo, hay muchas tendencias de desarrollo económico y social impulsadas por los mismos gobiernos nacionales. Creo que ellos (los Gobiernos) deben realizar consultas previas con los indígenas, que estarían dispuestos a abrir sus territorios, pero no de forma unilateral. Debe hacerse de forma transparente y totalmente informada.
Usted, como secretario general, ha visto tres conflictos en la franja de Gaza. ¿Qué diferencia a este?
Esta crisis lleva ya cuatro semanas. Durante este tiempo, casi 1.300 personas inocentes han sido asesinadas y más de 6.000 han resultado heridas. Todas palestinas. Claro que ha habido víctimas en Israel, pero hay una enorme diferencia; es desproporcionado. ”Yo he estado urgiendo para que, sin ninguna precondición, se haga un cese humanitario del fuego. Si no, al menos, una pausa humanitaria por un tiempo corto. Por eso, estaba proponiendo siete días de cese del fuego por razones humanitarias, con 12 horas, prorrogables, de pausa humanitaria. Esa pausa fue inicialmente aceptada por ambos lados, pero luego fue rota y han continuado la disputa. Debemos tener un alto el fuego incondicional para retornar a la mesa y acordar un cese sostenible. Depende de la voluntad política.
Usted pide un cese del fuego, pero ellos continúan.
Es inaceptable. Es realmente frustrante. Es trágico, trágico que las partes sigan peleando. No hay una solución militar; lo ha probado la historia. Si alguna de las partes cree que puede ganar sobre la otra por medios militares, está equivocada. Debe haber un diálogo político y negociación. Se trata de problemas de muy larga data.
Parece que todo depende de la voluntad de ellos y nadie puede hacer nada por detener la matanza.
He estado participando en intensas consultas con líderes (...), pero ya sea Hamás o Israel, no mostraron una buena disposición. Y yo les pido que intenten procurar un buen ambiente que conduzca a una negociación pacífica .
¿Qué puede hacer la ONU además de insistir?
En este tiempo de peligro y dificultad, el personal de la ONU trabaja muy duro en proveer ayuda humanitaria al menos a 20.000 personas que han perdido todo y que están siendo atendidas en refugios de la ONU alrededor de las áreas de Gaza. Es inaceptable que Israel ataque nuestras instalaciones, la escuela donde los niños dormían.
Es como si tampoco se respetara a Naciones Unidas.
Hemos dado las coordenadas exactas de nuestras instalaciones. Somos una organización internacional, de ayuda. Deberíamos estar protegidos. No debería haber este tipo de errores. Eso es inaceptable, y por eso desde aquí, en Costa Rica, lanzo una condena muy fuerte.
¿Queda esto sin sanciones?
Eso requiere de consultas y de la voluntad política de los Estados miembros de la ONU, particularmente de los cinco miembros (permanentes) del Consejo de Seguridad. El Consejo de Derechos Humanos recientemente adoptó la resolución que decidió establecer una comisión investigadora y estamos esperando los resultados. Dependiendo de esos resultados, así serán las medidas por tomar. Es claro que los dos lados han cometido serias violaciones a la legislación humanitaria internacional.