La eliminación rápida del requisito de pasaporte para entrar a Costa Rica desde Panamá traería muchas facilidades a turistas y empresarios, pero también a delincuentes.
Este es el dilema que sopesan ahora las autoridades de Seguridad de ambos países, pese a que los presidentes Ricardo Martinelli y Laura Chinchilla quieren eliminar pronto el pasaporte en la frontera común.
Plantean permitir que cualquier ciudadano de ambos países cruce con solo presentar su cédula, como piden empresarios turísticos de la zona.
Ambos mandatarios lo mencionaron en sus discursos en un breve encuentro que tuvieron el viernes pasado en Sixaola, uno de los pueblos ubicados a lo largo de una frontera de 378 kilómetros.
Inmediatamente, el ministro de Seguridad costarricense, Mario Zamora, matizó ese objetivo: “No es algo seguro y, en todo caso, no sería de aplicación inmediata”.
“El arte es flexibilizar el paso por los puestos fronterizos (Sixaola y Paso Canoas) sin sacrificar la seguridad”, advirtió el ministro, tras informar de que la eliminación del pasaporte como requisito es una medida que está en evaluación desde hace muchos meses.
A ello se suman las complicaciones de una frontera extensa y con zonas de difícil acceso para las autoridades policiales, por lo que el ingreso ilegal es frecuente.
En otros momentos jerarcas costarricenses se quejaron de que narcotraficantes suramericanos ingresan fácilmente porque no requieren visa, como es el caso de los colombianos. Así quedan a un paso de entrar a Costa Rica, y “adulterar una cédula sería más fácil que un pasaporte”, dijo Zamora.