San José
Después de escuchar la comparecencia de Víctor Morales Zapata, ante la Comisión Investigadora de Créditos Bancarios, el viernes, al diputado Ottón Solís (Acción Ciudadana), miembro de ese panel, le queda claro que la única manera de que el presidente Luis Guillermo Solís no esté implicado en un caso de presunto tráfico de influencias, para lograr un rápido desalmacenaje de 22.000 toneladas de cemento chino, es que Morales mintiera dos veces.
La primera, cuando le afirmó al viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, que hablaba en nombre de Luis Guillermo Solís cuando solicitaba beneficiar al importador de la materia prima, Juan Carlos Bolaños, con la aplicación de un mecanismo rápido para sacar el producto de Aduanas. Y la segunda, cuando le negó a la comisión investigadora, bajo juramento, que le dijera a Rodríguez que era portador de un mensaje del mandatario y que todo se debió a una mala interpretación de este último.
El capítulo del desalmacenaje, parte de la trama política del cemento chino, ocurrió entre julio y agosto del 2016.
Por esas fechas, cuando Hacienda y el diputado Morales Zapata empezaron a mover los engranajes a favor de Bolaños, se dio un intercambio de mensajes entre Rodríguez y Benito Coghi, entonces director de Aduanas, en el que el viceministro le dijo a su subalterno que el "Big Chief" (Luis Guillermo Solís, según aceptó Rodríguez después) estaba a la espera de que se aclarara el tema. Después, cuando los trámites logísticos se concretaron, el viceministro le dijo a Coghi que había ganado puntos con Zapote.
En paralelo Morales Zapata y Fernando Rodríguez intercambiaron entre ellos mensajes de WhatsApp en los que también salió a relucir que Solís sabía lo que estaba sucediendo, cuando el congresista le dijo al viceministro que informaría al respecto al "jefe" sobre los movimientos para nacionalizar el cemento. El viernes pasado, ante los diputados, Zapata aceptó que a quien se refirió como el "jefe" en ese mensaje fue al presidente de la República.
Para Ottón Solís su argumentación sobre la eventual responsabilidad del mandatario en este asunto en particular no es especulativa,porque está basada en la lógica. En adelante lea la entrevista que el diputado le concedió a La Nación sobre el tema.
-¿Cuáles son los posibles escenarios en los que estaría el presidente Luis Guillermo Solís ante las contradicciones del viceministro Fernando Rodríguez y del diputado Morales Zapata sobre las gestiones para desalmacenar de Aduanas el cemento que importó Juan Carlos Bolaños en mayo del 2016?
-Tal y como se lo dije en la Comisión a Morales Zapata, existen tres posibilidades. La posibilidad A es que Fernando Rodríguez esté mintiendo y que Morales Zapata esté diciendo la verdad. La posibilidad B es que Fernando Rodríguez esté diciendo la verdad y que Morales Zapata esté mintiendo y, dentro de la B, hay a su vez dos posibilidades.
"La posibilidad B.1 es que Morales Zapata haya mentido una vez. Esto ocurriría si es cierto que sus gestiones para encontrar una vía que permitiera desembarcar expeditamente el cemento de Juan Carlos Bolaños obedecían a instrucciones del presidente Luis Guillermo Solís, pero lo niega ahora. La posibilidad B.2 es que Morales Zapata haya mentido dos veces. Miente ahora cuando niega que le dijo a Fernando Rodríguez que sus gestiones para encontrar una vía que permitiera desembarcar expeditamente el cemento de Juan Carlos Bolaños respondían a instrucciones del presidente Luis Guillermo Solís y, mintió, entonces, cuando le dijo eso a Fernando Rodríguez, o sea, que era falso que el presidente tuviese interés en el tema".
-¿Hay forma de que el presidente Luis Guillermo Solís no esté implicado en presiones para desalmacenar el cemento chino, después de explicar esos escenarios que plantean las contradicciones?
-El escenario A, en que Fernando Rodríguez estaría mientiendo y Morales Zapata diciendo la verdad, incrimina al presidente. Esto porque si Fernando Rodríguez miente y Morales Zapata dice la verdad, la única manera de entender los mensajes de WhatsApp de Fernando a Benito Coghi (exdirector de Aduanas de Hacienda) es que el presidente tenía un interés especial y presionaba al viceministro y jefe de Coghi, para que se facilitara el desembarque del cemento chino de Juan Carlos Bolaños.
"En el escenario B.1, en el que Morales Zapata miente una vez, incrimina al presidente, pues aunque ahora niegue que seguía indicaciones del mandatario, en aquel momento le dijo la verdad a Fernando Rodríguez al solicitarle hacer expeditas las gestiones aduaneras porque así lo quería el presidente. El escenario B.2, en el que Morales Zapata miente dos veces, exime al presidente, porque a pesar de que le dijo a Fernando Rodríguez que seguía instrucciones del presidente, lo que ahora niega y constituye su primera mentira, no era cierto que tenía tales instrucciones y ahí dice la segunda mentira.
En conclusión, ante las declaraciones bajo juramento de dos personas muy cercanas al presidente, la única manera de que este quede eximido del cargo de utilizar su poder para dar un tratamiento especial a Juan Carlos Bolaños en el caso específico de los trámite aduaneros para el desembarque de su cemento, es que Morales Zapata haya mentido dos veces".
-Luis Guillermo Solís ha dicho en reiteradas ocasiones que nunca se ha metido en el detalle de la importación de cemento y que su conocimiento del tema es a nivel general, ¿cómo queda, en su criterio, esa versión del presidente después de identificarse esa diferencia entre lo declarado por Morales y por Rodríguez?
-Depende de quién esté mintiendo.
¿A cuál de los tres le creería usted?
-Al presidente y a Fernando Rodríguez.
-¿Por qué?
-Porque todo es relativo y en la comparación con el tercero (Morales Zapata) cuesta encontrar a alguien a quien creerle menos.
"Aunque aclaro que en cualquier escenario, Rodríguez procedió erradamente al atender instrucciones que podrían configurar un tráfico de influencias. El hecho de que el presidente no sancione esta seria falta, genera dudas sobre el verdadero origen de las órdenes".
-Morales Zapata calificó su razonamiento como una especulación y lo acusó de ser temerario...
-Mantengo mi argumentación porque lejos de ser especulativa, se funda en la lógica. Si no la entiende no me sorprende, pero ese es su problema.
-¿Mantiene usted, pese a esto, que el presidente podría estar implicado en presiones para favorecer a Sinocem?
-Estamos hablando de uno de tantos eventos (el de los trámites aduaneros para este embarque específico) no de otros elementos que deben considerarse para llegar a una conclusión. En este caso, el presidente estaría implicado si Morales Zapata ha mentido solo una vez o si Fernando Rodríguez miente. Solo si Morales Zapata aceptara que ha mentido dos veces, lo cual creo factible, el presidente sale bien en relación con este evento.
-¿Cree que después de hacer este razonamiento sobre las contradicciones dichas bajo juramento, amerita que el mandatario o que Fernando Rodríguez vuelvan a comparecer ante la Comisión Investigadora?
-No. Hemos hecho un trabajo serio, con un alto valor agregado en cada sesión y esas comparecencias, dados los elementos de que ya disponemos, no agregaría mucho. No quisiera que la Comisión diera espacio adicional a las excusas, las explicaciones falaces y a las vocerías de la mentira. Una vez basta.
-¿Debería enfocarse la Comisión en esclarecer este capítulo del desalmacenaje debido a que el mandatario podría estar implicado?
-Con la solidez lógica de las respuestas que antes le di, derivada enteramente de declaraciones de algunos protagonistas, ya la población puede sacar conclusiones.
-Después de una semana en que la Corte suspendió al fiscal general, al magistrado Gamboa, y a dos fiscales auxiliares por una desestimación apresurada, ¿cree que está más claro que estamos ante un delito aquí?
-En las desestimaciones originadas en personas que han sido protagonistas de los más bajos estándares éticos, no creo. En el Poder Judicial esto apenas comienza y, con la licenciada Emilia Navas al frente de la Fiscalía y don Walter Espinoza al frente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), parece que comienza muy bien. Tengo toda la esperanza de que los traficantes de influencias y de poder sean judicialmente identificados y castigados y que la corrupción y las faltas al deber de probidad sean derrotadas.
-Sobre la comparecencia de Otto Guevara ante la comisión investigadora. Él defendió una y otra vez que su intervención en la ruptura del duopolio cementero se dio por la amistad con Juan Carlos Bolaños y por su afinidad ideológica con la apertura de mercados, ¿eso es razón suficiente para exculparlo de cualquier posible delito?
-La amistad de un diputado con un empresario no tienen absolutamente nada de malo. Pero, en mi opinión, si se utiliza el poder de diputado para ayudarle al amigo en trámites ante las instituciones del Estado y si se reciben regalos y tratos especiales del amigo, como mínimo se viola el artículo 3 de la Ley Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito. Me deja perplejo la tranquilidad con que don Otto y otros diputados afirman que no hay nada anómalo en ese comportamiento.