El diputado liberacionista Fabio Molina criticó ayer a la presidenta, Laura Chinchilla, por anunciar que vetaría el proyecto de ley por medio del cual los diputados pretendían aumentarse el salario a ¢4,3 millones por mes.
Molina dijo en el plenario legislativo que Chinchilla adelantó criterio para “atemperar el enojo unánime de la opinión pública”.
“Sin duda, era posible responderle positiva y prudentemente al clamor popular, sin detrimento de la gobernabilidad”, añadió el legislador por la provincia de Alajuela.
Molina justificó de nuevo su posición de votar en favor de aquella iniciativa para que los legisladores se incrementaran el salario. Actualmente devengan ¢2,5 millones.
A pesar de que el proyecto fue aprobado en primer debate el 24 de mayo por 35 de los 46 diputados, dos días después Chinchilla anunció que vetaría el plan de ley en caso de llegar a sus manos pues implicaba mejoraba la pensión de los expresidentes (la hubiera beneficiado directamente).
Según Molina, esa fue una decisión política y no técnica.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Marco Vargas, intentó bajar el tono a las críticas del parlamentario y reiteró que este es un tema “superado”.
“Yo he conversado con la mayor parte de la fracción y diría que el tema del aumento ya se superó. Con don Fabio tengo una relación muy franca, pero no hemos conversado sobre ese tema”, expresó Vargas.
Pero el enojo de Molina es evidente, y así lo aceptó Vargas.
Como consecuencia, indicó, los diputados impulsores del plan quedaron como “sinvergüenzas”.
“La valentía, solidaridad y congruencia de las autoridades del Poder Ejecutivo era posible mantenerlas sin la necesidad de que sus diputados de fracción y aliados estratégicos cargáramos con el escarnio y la ofensa pública de quedar etiquetados como sinvergüenzas” ante la opinión pública, manifestó el diputado alajuelense.
El anuncio de Chinchilla de vetar la propuesta, en caso de que fuera aprobado en segundo debate, se trajo al suelo el acuerdo de los 35 diputados –21 de Liberación, nueve del Movimiento Libertario, tres de la Unidad Social Cristiana (PUSC) y los dos de partidos evangélicos– que apoyaron el proyecto de ley.
Los partidos Acción Ciudadana, Frente Amplio y Accesibilidad Sin Exclusión, y tres diputados del PUSC se opusieron al plan.