La Cruz. Guanacaste. La de antes era una frontera repleta de tramitadores, de basura, de impaciencia de usuarios y ocupada por el mal olor de un servicio sanitario que de sanitario tenía nada. “Era una verguenza”, como calificó ayer la presidenta Laura Chinchilla.
La de ayer, con la visita presidencial, era una frontera llena de halagos entre instituciones que se pusieron de acuerdo para renovar el puesto fronterizo y aduanero con la remodelación de instalaciones, compra de equipo, creación de espacios de seguridad, cámaras de vigilancia y servicios sanitarios higiénicos.
También se arregló el arco de fumigación y hay un nuevo puesto de control para camiones exportadores, instalado un kilómetro antes de la frontera, en el que los transportistas podrán hacer el trámite sin bajarse del vehículo, según las autoridades.
Aún con el olor a asfalto fresco y con el ruido de la maquinaria, Chinchilla también observó el tramo de los cinco kilómetros finales de la Interamericana que serán ampliados a cuatro carriles hasta la frontera con Nicaragua.
La edificación de verdad muestra una mejoría, producto de una inversión de $1,3 millones y muchos meses de coordinación en manos de la ministra de Comercio Exterior, Anabel González, una de las cartas de más confianza de Chinchilla en su gabinete.
Mientras cientos de personas y decenas de transportistas se impacientaban por el cierre del puesto fronterizo durante casi cuatro horas para los actos protocolarios, González enumeró una larga lista de funcionarios que participaron en la remodelación de las instalaciones y del servicio.
La ministra recordó la importancia de mejorar el punto por donde transita un promedio de 625 vehículos por día, de los cuales la mitad contiene mercancías que alcanzaron en el 2011 la cifra de $1.500 millones en exportaciones y $842 millones en importaciones.
Todo cambia. “Ya esto no es un mostrario de desorden y abandono”, expresó el ministro de Seguridad, Mario Zamora, quien solo “lamentó” que ya Peñas Blancas no será noticia, pues en su criterio la prensa solo dedica espacio a hechos negativos.
“Este país está empeñado en negar las cosas buenas”, declaró durante el acto en una nueva explanada llamada “General Cañas”, en honor al mismo prócer que firmó el tratado limítrofe con Nicaragua llamado Cañas-Jerez.
“Aquí está la justicia. Esto rememora el esfuerzo por tratar desde el derecho los litigios internacionales y la vigilancia de la frontera”, agregó Zamora, sin mencionar el conflicto vigente con Nicaragua desde hace casi dos años.
Al acto de ayer vinieron funcionarios diplomáticos de Costa Rica en Managua, pero no vinieron representantes del país vecino.
Chinchilla, que materializó ayer sin contratiempos su segundo día de gira por esta provincia, dijo que los trabajos en Peñas Blancas impactan la región, pero también el país, por ser un puesto fronterizo. Para ella, las mejoras en el puesto de Peñas Blancas son solo la evidencia de un trabajo de coordinación interinstitucional necesario en el país y que “a todos da pereza”. Pretende hacer lo mismo en Paso Canoas, pero esta vez sí en coordinación con el país vecino.
Durante esta gira, numerosos policías vigilan los puntos destinados a las actividades, pero también las ciudades por donde ella pasa.
Chinchilla estuvo ayer en La Cruz y en Liberia, donde graduó 300 nuevos policías capacitados en la base de El Murciélago y pronunció un discurso en defensa de su gestión en temas de seguridad.
Este acto se realizó en parte del aeropuerto Daniel Oduber, donde se estrenó un nuevo hangar donado por Estados Unidos y donde Chinchilla aterrizó minutos después de un aguacero con apariencia de tormenta que hizo a muchos preguntarse por la seguridad del helicóptero en que ella viaja.