La apertura de la campaña política ayer en el TSE, le sirvió a los candidatos presidenciales para medir el terreno, darse la mano, verse las caras y mostrarse juntos por primera vez ante los magistrados electorales y medios de comunicación.
El encuentro, en el edificio al costado oeste del parque Nacional, era apropiado para expresar puntos de vista, plantear propuestas y ser escuchados por periodistas.
Luego de la ceremonia de apertura de la campaña, dirigida por el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, los candidatos caminaron sonriendo y dándose saludos que no opacaban la rivalidad.
Aún así, la cordialidad fue la regla. Después de todo, el salón del cuarto piso estaba lleno de cámaras. Aunque el acto duró una hora justa, la jornada se vivió con intensidad en la hora y media que duró la recepción a los asistentes.
La campaña no deja de ser una batalla y en ese sentido, los 10 aspirantes que llegaron, procuraron dejarse ver, saludarse con la mejor sonrisa y a la vez, medir el terreno frente a los que serán sus adversarios en los próximos cuatro meses.
El único ausente fue el aspirante por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Hernández, médico de 63 años de edad, quien no asistió pues estaba con consultores en un “entrenamiento” para enfrentar a periodistas, según dijo.
Cada quien su tema. El primer candidato en llegar fue Sergio Mena, abogado de 36 años, del Partido Nueva Generación.
Lo hizo a las 8:30 a. m. (la cita era a las 10 a.m.) para inscribirse como aspirante a la presidencia de la República y a diputado.
Mena aprovechó las entrevistas para clamar por votos, pues, alegó, “el Partido Nueva Generación es el único que trae gente sin antecedente político cuestionado”.
Johnny Araya, ingeniero agrónomo de 56 años de edad, del Partido Liberación Nacional (PLN), llegó poco antes de las 10 a. m.
Caminó despacio por la plaza frente al TSE y en el edificio del tribunal a sabiendas de que las cámaras lo iban a topar y así fue.
En una inesperada rueda de prensa, vestido de traje azul, enfatizó que es el único aspirante que no ha gastado dinero en publicidad.
Allí, se topó con el candidato del partido Movimiento Libertario, Otto Guevara, abogado de 52 años de edad, con quien intercambió un rápido apretón de manos y un escueto “es un placer verte”.
Guevara, ante la prensa, se presentó como un candidato “más maduro” y con más “sabiduría”. De hecho, es la cuarta vez que aspira.
A propósito del saludo con Araya, quien hasta junio fue el alcalde de San José, el libertario dijo: “Votar por Liberación es perpetuar los problemas que hemos venido arrastrando. Ocho años en el poder y no los han resuelto... ¡Por Dios, seguir votando por Liberación es un acto de masoquismo!”.
Luis Guillermo Solís, politólogo de 55 años y candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), se mostró cordial en los saludos y lejano a la polémica.
Cada cual caminaba junto a sus asesores, vestidos con sobriedad aunque hubo dos excepciones: el candidato del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), Óscar López, productor radiofónico de 41 años, quien llegó con un traje blanco, zapatos blancos y camisa azul.
Por otro, el candidato del Partido de los Trabajadores, el abogado de 60 años, Héctor Monestel, quien llegó con una camiseta apenas cubierta por un saco oscuro y la cabeza calada por su usual boina.