La Cancillería de la República informó este viernes que realiza todas las gestiones necesarias para tratar de atender al empresario costarricense José Daniel Gil Trejos, quien se encuentra recluido en la cárcel El Chipote en Nicaragua, desde el 26 de mayo y cuyas condiciones se desconocen.
Gil, de 55 años, fue detenido luego de que viajó a una reunión de negocios a Nicaragua. En ese país argumentan que la detención obedece a que el empresario tico tenía una alerta de detención desde el 2013 en la página de la Policía Internacional (Interpol), por un supuesto fraude comercial cometido en México.
"Esa alerta (de Interpol) no la hemos visto. No está claro de qué se le acusa. Hemos hablado con autoridades de Nicaragua y no tiene acusaciones en ese país", dijo Javier Sancho, embajador costarricense en Managua, quien aclaró que Gil entró a ese país con un pasaporte válido hasta el 2021.
El diplomático Sancho indicó que la última vez que se tuvo noticias de Gil fue el 29 de mayo pasado, cuando el vicecónsul de Costa Rica en Managua, Alvaro Herrera Martínez, habló con él.
En aquella ocasión, Gil le manifestó a Herrera su preocupación porque lo tenían en máxima seguridad, con dos reclusos peligrosos y sin ropa. Desde esa vez, se perdió todo contacto con el costarricense.
Sancho indicó que a lo largo de las últimas tres semanas se han hecho ingentes esfuerzos con el canciller Samuel Santos y con magistrados de la Sala Penal de Nicaragua sin que hasta el momento se sepa nada del costarricense.
"Nos preocupa su estado de salud. Se trata de una persona hipertensa que no está medicada. No se nos permite llevarle ropa, alimentos y ni siquiera darle un rosario que le mandó su esposa", acotó.
Añadió que la conducta de las autoridades nicaragüenses no corresponde con lo actuado por parte de Costa Rica con ese país e incluso recientemente se brindó facilidades a la Fiscalía de Nicaragua para que entraran al país y conocieran los trabajos policiales en torno al caso del homicidio de una familia completa en Dota, en la que el principal sospechoso es nicaragüense.
Gil está casado con Marcela Soley, quien se desempeñó como viceministra de Seguridad y Gobernación en el gobierno de Laura Chinchilla (2010-2014).
Este viernes la Cancillería informó que el Gobierno de Costa Rica, a través de la Misión Diplomática en Managua, atiende la situación desde el primer momento en que tuvo conocimiento, pero pese a repetidos intentos escritos y orales, ante la Cancillería nicaragüense, ha sido imposible que se suministre información sobre el estado actual de Trejos.
El embajador Sancho llegó este viernes a nuestro país para informar al canciller Manuel González sobre la situación de Gil.
Sancho comunicó a González que habló directamente con el canciller nicaragüense, Samuel Santos, para trasladar la preocupación que genera la poca información que ofrecen las autoridades nicaragüenses.
Esta gestión fue reiterada por el ministro González al embajador de ese país en Costa Rica, Hárold Rivas, pero todavía no hay respuesta.
"Esperamos que esta y otras detenciones recientes no correspondan a un patrón de conducta contra los costarricenses que visitan ese país. No es momento de especulaciones, pero estamos preocupados por la integridad física del señor Gil, de la que tienen que darnos cuentas las autoridades nicaragüenses", aseguró el canciller González, en un comunicado.
Recientemente, otro costarricense de apellido Tiffer permaneció encarcelado por un mes sin posibilidad de que la Embajada tuviera información, a pesar de varias gestiones que se realizaron. En ese caso se argumentó que le faltaba un sello en el pasaporte y se le trasladó a prisión.
La Cancillería informó de que continuará dando seguimiento a esta situación, en todo lo que esté al alcance del Gobierno de Costa Rica y de acuerdo con los instrumentos jurídicos internacionales.