La presidenta, Laura Chinchilla, participó ayer en el acto y llamó “aliados” y “socios” a los gobernantes locales, dos años después de un acto en el que dijo que “a menudo” los cantones carecían de buenos alcaldes y les sacó en cara problemas con la ejecución de los presupuestos.
Aunque ayer también les recordó la imposibilidad del Gobierno Central de hacer transferencias de dinero por las dificultades fiscales, su mensaje fue conciliador y su discurso acabó con aplausos de dirigentes municipales.
La presidenta evitó comentar el reclamo que minutos antes le hizo el alcalde anfitrión, Rolando Rodríguez, presidente de la Junta Directiva de la UNGL.
“Hay momentos en que el sector se ha sentido solo, abandonado y hasta atacado”, dijo en el discurso, en alusión a otros momentos de este gobierno.
Ahora es diferente, estimó luego en una breve entrevista con este medio. Alude a un factor que ha resultado determinante para el buen ánimo del sector: el cambio de cabeza en el ministerio de Planificación, un puesto clave en conjunto con el de Descentralización.
La economista Laura Alfaro Maykall dejó el cargo en marzo y en su lugar llegó el politólogo Roberto Gallardo con su posición en favor de una pronta descentralización. Ayer incluso tomó la palabra sin estar en la lista del protocolo y pidió al sector municipal que no se preocupara. “De ahora en adelante vamos a estar hombro con hombro trabajando por los proyectos de descentralización municipal”, agregó.
El alcalde cartaginés lo celebró. “Ya tenemos un ministro comprometido con eso y estamos en condiciones diferentes. Es un alivio”.
Dos años atrás, su antecesor, Álvaro Jiménez, se atrevió en el discurso del Día del Régimen Municipal a decir que la ministra Alfaro no era una interlocutora legítima. “Con ella se nos ha pegado la carrera; ella no cree del todo en el proceso de descentralización”, dijo ese día en el acto realizado en Guácimo.
Alfaro siempre cuestionó la viabilidad financiera de la Ley de transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las municipalidades, pues argumentaba que los montos no estaban “aterrizados” a la realidad nacional.
Ayer, Chinchilla volvió a invocar un sentido de realidad en las ilusiones presupuestarias de los municipalistas, pero acompañó su discurso con lisonjas.
“Más allá de algunas dificultades fiscales que han impedido transferir algunos de los recursos, hemos procurado concebir al régimen municipal como el gran aliado en las políticas públicas”, pronunció la mandataria.
Rodríguez afirmó que el ambiente político, aun con la cercanía del proceso electoral del 2014, es propicio para poner en práctica la Ley de simplificación tributaria, que pasaría dineros de instituciones centrales a las manos de las municipalidades.
En la Vieja Metrópoli, la presidenta Chinchilla firmó ayer préstamos del Gobierno Central por ¢2.900 millones para obras municipales.