El Ministerio de Salud solo cuenta con cuatro funcionarios asignados a la Gran Área Metropolitana (GAM) para el manejo integral de vectores, lo cual dificulta la lucha contra el virus del dengue y su zancudo transmisor.
Entre los cuatro deben atender a cerca de 19 cantones.
Eso hace que el trabajo en estos días, caracterizados por la gran cantidad de brotes de la enfermedad, se vuelva insuficiente, tomando en cuenta que las labores van desde campañas de prevención hasta la eliminación de criaderos.
Así lo explicó María Ethel Trejos, directora de Vigilancia de la Salud, quien espera concretar, en estos días, un convenio de colaboración con la Cruz Roja Costarricense, para que sus funcionarios se sumen al combate de la enfermedad.
De acuerdo con la directora, en las zonas costeras, donde más está atacando el zancudo Aedes aegypti (transmisor del virus), hay más personal que el que se concentra en el centro del país.
No obstante, si bien el dengue está con fuerza en las zonas costeras, en la semana pasada la Región Central Sur mostró un incremento importante en el número de casos.
En esa región están los habitantes de lugares como Alajuelita, Desamparados, Pavas y La Carpio.
Otro problema. ¿Puede Salud sancionar a los ciudadanos que no eliminen criaderos del zancudo del dengue en sus casas o lotes?
La respuesta es "sí", pero no por el riesgo a la salud pública, sino por desobediencia a la autoridad. Esta es la única sanción que podría salir de la Ley General de Salud, y la multa sería es cercana a los ¢5.000.
"Sí giramos órdenes sanitarias, pero precisamente en las viviendas es donde más problemas tenemos para que la gente tome las medidas que le corresponden", dijo Trejos.
En el caso de los comercios, los inspectores de salud están facultados para clausurarlos si hallan criaderos del zancudo.
Por otra parte, el último corte de Salud sobre la enfermedad corresponde a la semana 26 (del 23 al 29 de junio). En ella se contabilizaron 13.474 casos, lo que representa un incremento del 258% con respecto a esa misma semana del año 2012.
La Región Pacífico Central tiene la mayor carga del problema, pues hay una "transmisión persistente en la mayoría de áreas".