Apenas está comenzando el mes de más lluvias en el país y los daños en varias rutas cruciales han dejado al desnudo la enorme fragilidad de la red vial nacional.
El último caso se dio este miércoles con la socavación del acceso de aproximación al puente sobre el río Parismina, en la ruta 32, hacia Limón.
Por esa calzada se trasiega el 80% de la producción nacional.
Ese daño fue suficiente para poner en vilo gran cantidad de sectores, incluidos los productores de la zona norte, quienes tienen toda su mercadería varada, explicó Francisco Quirós, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga.
Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes, aseguró que, siempre que el clima lo permita, el paso por la 32 estaría habilitado el fin de semana.
Pero el escenario seguirá complicado para el acceso al Caribe, pues solo anoche dos vehículos de carga pesada colisionaron en la estrecha ruta 10 que une a Turrialba con Siquirres, lo que ocasionó el cierre temporal de la única vía posible hacia la provincia de Limón.
A esa problemática se le une el hueco en la carretera de Circunvalación, la caída del puente al pie de la catarata de La Paz, en la ruta 126 entre Barva de Heredia y Sarapiquí, y más recientemente, el cierre por derrumbes de la ruta 142 entre La Fortuna de San Carlos y Tilarán, de gran tránsito de turistas.
En total, ayer se vieron afectadas más de 10 vías y la mayoría están cerradas, entre ellas la ruta 226 (El Jardín, en Dota) y la 708 (Bajos del Toro-El Silencio).
¿Se pudieron haber evitado los daños en las carreteras primordiales para el país?
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica y el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA) son tajantes al decir que sí era posible, al menos, restarles vulnerabilidad a esas y otras vías nacionales.
Olman Vargas, director ejecutivo del CFIA, indicó que personal del Colegio inspeccionó ayer el daño en la ruta 32 y se comprobó “que la fuerza del agua –del río Parismina– chocaba con un talud que no estaba revestido de concreto y fue fue lo que finalmente provocó la falla del acceso de aproximación al puente”. “Evidentemente faltó monitoreo y control en ese punto”, dijo el ingeniero.
Mientras tanto, Luis Guillermo Loría, coordinador Programa de Ingeniería de Transportes (Pitra) del Lanamme, sostiene que lo visto hasta ahora es el resultado del rezago en infraestructura vial y la constante evaluación que se le debe hacer. “No podemos eliminar la vulnerabilidad de las vías, pero sí reducirla al máximo, especialmente para que rutas como la 32 y la Circunvalación no colapsen”.
Por la mañana, el ministro Castro reconoció esa vulnerabilidad, pero defendió que su cartera ha logrado ejecutar planes de contingencia para minimizar los daños.
Al respecto, Vargas, del CFIA, manifestó que es importante que el Gobierno “no solo actúe de manera reactiva, sino preventiva”, en especial en aquellas rutas que son “ejes” para el país: las que conectan con ambas fronteras y las que van hacia los puertos. Colaboró Carlos Hernández, corresponsal.