Los puentes bailey que el MOPT y el Conavi usan frecuentemente para atender emergencias, se almacenan en predios con escasa vigilancia y expuestos al deterioro por sol y lluvia.
Este es uno de los señalamientos hechos por la Contraloría General de la República (CGR) al MOPT y al Conavi, en un informe de auditoría sobre la gestión de este tipo de estructuras modulares.
Para la CGR, las condiciones de almacenamiento que utilizan tanto el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) como el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) no garantizan “la conservación y seguridad”.
El ente contralor criticó, además, que el Consejo Nacional de Vialidad use propiedades privadas para depositar estas estructuras, sin formalizar documentos “que permitan garantizar su custodia y debida disposición”.
Debido a la “vulnerabilidad de la red de carreteras nacionales”, los puentes bailey se han convertido en un recurso muy importante para atender situaciones de emergencia o imprevisibilidad.
Solo entre el 2011 y el 2014, el MOPT y Conavi adquirieron 40 de este tipo de estructuras, con un costo de $12,8 millones.
Ante la llamada de atención, el viceministro de Infraestructura, Mauricio González, aseguró que se van a implementar las recomendaciones de la CGR.
“Una de las acciones que ya estaba en ejecución desde antes de recibir el informe, es que el Ministerio está en proceso de construir una nave en el plantel de Colima (Tibás) para proporcionar un es- pacio que permita una adecuada conservación y seguridad, así como adecuado orden del inventario (de los puentes)”, comentó el funcionario.
También el Conavi, por medio de un comunicado, confirmó haber recibido el informe y se comprometió a mejorar el manejo de estas estructuras.
La Contraloría también consideró que hay “deficientes controles” por parte del Conavi en la construcción y administración de estos puentes armables, pues carecen de documentos que acrediten estudios de ingeniería y diseño previo a su colocación.