Diego Bosque G.
Limón. Un grupo de cinco personas, lideradas por un biólogo, se encargó de atrapar y reubicar a 370 animales que habitaban en el trazado de la nueva ruta 257.
Los expertos comenzaron labores el pasado 8 de abril y acompañaron a los desarrolladores durante la limpieza del camino.
“Antes de limpiar el terreno, había un grupo de personas que iban, revisaban los árboles, los alrededores de los árboles, y si encontraban algún animal, lo capturaban, llenaban un protocolo y se procedía a la reubicación en un ambiente similar en el que hubiera alimentación para él”, explicó Juan Bonilla, coordinador ambiental del proyecto.
“Una vez limpiada el área, se volvía a revisar porque a veces quedaban algunas especies escondidas”, agregó Bonilla.
En la lista de especies reubicadas figuran osos perezosos, culebras y pericos.
La limpieza de los dos kilómetros de carretera tardó cerca de 22 días en completarse.
El trabajo de reubicación de las diferentes especies fue supervisado por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
En el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se estableció que se colocarán cuatro puentes aéreos para el paso de especies y tres pasos subterráneos. Además, las alcantarillas que se colocarán en la carretera servirán de paso, según explicó Carlos Jiménez, ingeniero encargado de la obra.
Las alcantarillas están previstas cada 100 metros, con un diámetro mínimo de 80 centímetros.
Humedal. Juan Bonilla añadió que la construcción de la carretera no afecta el humedal Cariari. Este fue uno de los puntos más polémicos durante la etapa de solicitud de permisos ambientales.
“No lo afecta porque el proyecto no toca el humedal. Además, el decreto de creación del humedal tiene inconsistencias”, concluyó el coordinador ambiental.