En un día normal, la Policía de Tránsito atiende menos de 100 colisiones en el área metropolitana. Sin embargo, cuando llega diciembre, la historia cambia.
“En estas mismas fechas, el año pasado, se presentaba un promedio de 70 accidentes por día. Sin embargo, solo entre lunes y miércoles de esta semana, se han dado 160 por día, como promedio”, detalló a La Nación el director de la Policía de Tránsito, Mario Calderón.
Las vías en San José centro y periféricas atestadas de choferes apurados, que planean realizar compras o llegar a celebraciones navideñas, son un escenario ideal para los choques.
Además, cada uno de estos incidentes exige la presencia de un oficial que, entonces, debe dejar de regular el flujo vehicular, explicó Calderón, al destacar que eso incide en las enormes presas de los últimos días.
La saturación está ocasionando que las horas pico se extiendan por varias horas, incluso hasta las 9 p. m., con lo que la gente tarda hasta tres veces más en llegar a su destino.
De acuerdo con Tránsito, en algunos momentos hay alrededor de 400.000 vehículos circulando simultáneamente, unos 100.000 por encima de lo usual.
Las carreteras que se abarrotan con más facilidad son las del sector norte y oeste de San José, incluyendo tramos de La Uruca, Circunvalación, ruta 27 (Caldera) y autopista General Cañas.
También se registran congestionamientos en las vías que comunican los cantones de Montes de Oca, Curridabat, Alajuelita, Moravia y Desamparados.
Este caos al acercarse las festividades se repite además en las cabeceras de provincias, como Alajuela, Cartago y Heredia, agregó la Policía de Tránsito.
Sin solución, por ahora. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) reconoció que, por el momento, no hay solución posible, sobre todo porque no pueden contar con más oficiales.
“Nos hemos dado a la tarea de estudiar la situación y sabemos que es un gran reto atacar las presas. Hay que hacer mucho, como contratar a más oficiales de tránsito”, expresó Carlos Segnini, jerarca del MOPT.
La estimación realizada indica que se necesitarían al menos 1.000 agentes más para dar abasto con todas las tareas.
El viceministro de Transportes, Sebastián Urbina, se pronunció en el mismo sentido y, a pesar de las constantes quejas de los choferes, defendió la labor que realizan los funcionarios.
“Da la sensación de que no hay tráficos en las calles, pero no es así. Soy testigo del trabajo que vienen haciendo. Sin embargo, son insuficientes para atender la cantidad de accidentes y al mismo tiempo regular el paso en horas pico”, señaló Urbina.
A inicios de noviembre, Tránsito anunció que para esta época contarían con 726 oficiales en varios turnos, para todo el país.
La prioridad, dijeron, era el control de alcohol y velocidad para evitar tragedias en las vías.