EscucharUna comisión especial que estudia cambios al Reglamento de los diputados aprobó ayer tres modificaciones, las cuales pretenden agilizar las discusiones en el plenario.
Una de ellas procura reducir de cuatro a dos el número de días en que un congresista puede presentar mociones a los proyectos aprobados en comisión.
Además, bajarían de 60 a 30 los minutos que tiene cada legislador para hablar en el plenario, cuando se trata de asuntos como nombramientos de funcionarios públicos o votos de censura.
Así se reduciría a la mitad el tiempo requerido para designar magistrados, defensor y contralor de la República, así como para interpelar a ministros.
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Henry Mora, presidente de la Asamblea Legislativa, aprobó las modificaciones al Reglamento del Congreso y espera que avancen en plenario. | ARCHIVO
La comisión también avaló que los votos de los diputados en el plenario y en las comisiones sean registrados . En el primer caso, se haría de manera electrónica, para lo cual la Asamblea Legislativa tendrá que adquirir un sistema.
El presidente del Congreso, Henry Mora, aseguró que los cambios se podrían aprobar de inmediato en el plenario, si existe voluntad entre los diputados de posponer otros asuntos .
La reforma propuesta lleva la firma de Mora y Javier Cambronero, del Partido Acción Ciudadana (PAC); de Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana; de Otto Guevara, del Movimiento Libertario; de Rafael Ortiz, de la Unidad Social Cristiana (PUSC) y de Sandra Piszk, del Partido Liberación Nacional (PLN).
El dictamen no contó con la venia del Frente Amplio.
El diputado frenteamplista miembro de esa comisión, Edgardo Araya, rechazó que se redujera a dos los días para presentar enmiendas de fondo, vía artículo 137 Reglamento legislativo. Su propuesta es que sean tres días.
Ahora el proyecto de ley será enviado al plenario para su aprobación en primer y segundo debates, donde se espera que se ubique en los primeros lugares de la agenda legislativa, tras la aprobación de una moción para posponer otros asuntos.
Esta es la primera parte de un intento por aligerar los trámites legislativos. En la segunda ocasión, se incluiría la reducción del uso de la palabra en discusiones regulares y la fijación de un plazo de votación a los proyectos de ley.
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