A pesar del aire de concertación que se respira en nuestro país, las fracciones legislativas de los partidos Liberación Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiana (PUSC) mantienen posiciones opuestas en torno a la creación de un banco de desarrollo.
Mientras que para los diputados oficialistas dicha institución debería operar con fondos aportados por la banca privada, como condición para permitirle el acceso a las cuentas corrientes, los socialcristianos mantienen la tesis de que no deben mediar requisitos en dicha apertura.
De allí que los parlamentarios del PUSC pretenden revivir un proyecto para la creación del Banco Costarricense de Fomento, el cual iniciaría funciones con un capital de 4.000 millones de colones que serían aportados por el departamento de Fomento del Banco Central, que gozaría de personería jurídica.
Podría prestar servicios aprovechando la infraestructura de algún banco estatal o bajo el concepto de un banco de segundo piso (organización que no da servicio directo al público, sino que canaliza préstamos por medio de la banca comercial).
Así consta en la iniciativa que fue presentada al Congreso, en julio del año pasado, por parte de los parlamentarios Rodolfo Méndez Mata y Mario Carazo Zeledón.
Según dijo Carazo ayer, esta propuesta satisface todas las inquietudes que el Partido Liberación Nacional (PLN) ha manifestado en torno a la fundación de una banca de desarrollo.
No obstante, los legisladores oficialistas, Saúl Weisleder --presidente de la comisión especial de reformas financieras--, y Antonio Alvarez --miembro de dicho grupo y presidente de la Asamblea Legislativa-- no opinan igual.
Nadie cede
Alvarez y Weisleder aseveraron ayer que la fracción verdiblanca mantiene en firme la idea de que el acceso a las cuentas corrientes debe dársele a los bancos privados ligado al aporte de estos a un fondo de créditos para el pequeño productor.
"Este concepto no lo vamos a cambiar. La fracción sigue adelante con esta idea para crear un fondo de fomento", manifestó Weisleder.
Según Alvarez, la impresión que a él le quedó el lunes pasado --tras la reunión entre el mandatario José María Figueres y el expresidente Rafael Angel Calderón-- es que para el PUSC era aceptable la posición del PLN en materia de apertura de cuentas corrientes y redescuento.
Tal apreciación fue refutada por el diputado Alexánder Salas del PUSC. Este dijo que si bien es cierto que hay regocijo por la apertura que los liberacionistas han mostrado en el rompimiento del monopolio bancario, la agrupación a la que él pertenece está aferrada a que a los bancos privados no se les condicione la posibilidad de manejar cuentas corrientes.
Igual posición tiene Carazo Zeledón. Asegura que en este asunto su partido no tiene nada que negociar, sino que es el PLN el que muy pronto tendrá que ponerse de acuerdo.
"No veo por qué si se organiza un baile se tenga que obligar a unas mujeres a asistir con maxifalda y a otras con tutú", dijo en alusión a la intención liberacionista de establecer condiciones para la banca privada en cuanto a las cuentas corrientes.