La reforma del Estado debe ser un proceso analítico que considere tanto el impacto social como financiero que tiene dentro del país pues de la improvisación surgen "grandes barbaridades".
Tal es el criterio que expresó ayer el expresidente Rodrigo Carazo Odio al inaugurar --con su conferencia-- el XI congreso jurídico nacional que realiza esta semana el Colegio de Abogados. El tema es la "reforma del Estado, globalización económica y estado social de derecho en Costa Rica".
En su exposición --que luego fue comentada por los diputados Constantino Urcuyo (socialcristiano) y Rodrigo Gutiérrez (independiente)--, Carazo manifestó que el cierre de los ferrocarriles en nuestro país es un ejemplo de improvisación.
"... Los ferrocarriles cerraron sin análisis alguno. Más de 100 años de esfuerzo nacional fueron echados a la basura; la carga que transportaban se tiró a las casi destruidas carreteras... ", aseveró.
El exmandantario se cuestionó qué deben hacer los responsables de "estos errores" y quién reembolsa al país las pérdidas.
Entre otras de las acciones erradas, según Carazo (que gobernó entre 1978 y 1982), señaló la práctica de que solo los grupos económicamente fuertes --organizados en cámaras-- son escuchados por los funcionarios públicos y que los programas de acción pública son dirigidos por organismos internacionales.
El tema de reforma estatal será analizado durante toda esta semana, a partir de las 3 p.m., por diferentes profesionales, políticos, sindicalistas y empresarios en el auditorio Pablo Casafont Romero, en el Colegio de Abogados.
En las conferencias de hoy participarán el catedrático Wálter Antillón, el exdiputado José Miguel Corrales, el presidente de la Asamblea Legislativa, Antonio Alvarez; el excandidato presidencial Miguel Angel Rodríguez, y el exviceministro de Hacienda Guillermo Zuñiga, entre otros.