Más de 2.300 familias en pobreza extrema se suman a beneficiarios de ayuda social

Junto a ellas, otros 8.348 hogares que ya recibían un beneficio del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), también se incorporaron a este plan, que pretende bajar en un 57,5% la cantidad de personas que no tienen alimento diario o dónde vivir.

En total, a la fecha son 10.737 familias las que han tenido acceso preferente a las capacitaciones del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu); a los bonos de vivienda y a las becas Avancemos del Ministerio de Educación y del Fondo Nacional de Becas (Fonabe).

También, a los seguros de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y a las pensiones del régimen no contributivo.

El presidente Luis Guillermo Solís se propuso como meta sacar a 54.600 familias de la pobreza extrema para el cierre de su administración, con lo que esa población, que hoy representa un 6,7% de hogares ticos, quedaría reducida a unos 40.210 para el 2018.

Subsidio. El ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Carlos Alvarado, afirmó ayer que cada una de esas familias también ha recibido una ayuda económica de ¢75.000 al mes, como subsidio a los hogares que usan efectivamente los programas de capacitación y educación, en aras de que en algún momento los beneficiarios dejen de ocupar esa ayuda al conseguir un mejor empleo.

“Lo principal es que dentro del esquema del Programa pueden acceder a toda la red social; eso es lo más importante para la generación de capacidades. Antes teníamos familias que nada más recibían la plata y no tenían acceso a otro programa de generación de capacidades, sino que generábamos un ciclo de dependencia”, dijo Alvarado.