¿Ha presenciado usted una carrera de autos? ?Ha notado cómo los vehículos avanzan a velocidades disímiles, lo que hace que algunos se aproximen más rápidamente a la meta mientras otros van quedando rezagados?
Pues bien, de una manera similar han marchado el Gobierno del presidente José María Figueres y sus múltiples dependencias, según se desprende de una evaluación de su primer año de labores.
Sobresaliente en algún sector, regular en otros, y deficiente en áreas claves, es el panorama que salta a la vista luego de examinar su desempeño en economía, educación, salud, seguridad, relaciones exteriores y desarrollo sostenible en los últimos 12 meses y de pasar a las promesas esbozadas por el mandatario antes de su arribo a Casa Presidencial.
Incierto arranque
Una buena cuota de las ofertas presidenciales parece haber quedado enterrada por una aguda crisis económica. Si bien la tarea gubernamental se ha centrado en dar calma al convulso panorama de la economía, tampoco en esto ha tenido éxito la gestión de Figueres y su equipo.
1994 cerró con el déficit fiscal más elevado desde la crisis de principios de los 80 -ocho por ciento de la producción, que equivale a 104 mil millones de colones-. La cifra amenaza con repetirse este año en caso de que no fructifiquen los esfuerzos por reducir el gasto público en 32.000 millones de colones y aumentar ingresos, buena parte de ellos mediante nuevos impuestos.
La receta que tanto criticó Figueres en campaña y en su discurso de toma de posesión hace un año, tuvo que repetirla. Ofreció un desarrollo económico sostenible; sin embargo, la economía crecerá este año a una baja tasa de tres por ciento o menos. La producción está amenazada por intereses superiores al 40 por ciento y la fuerte contracción del crédito.
La incertidumbre sobre el rumbo económico, originada en la crisis fiscal, ha hecho que los empresarios pospongan sus planes de inversión. Sus dudas se han reflejado en una fuerte reducción de las reservas internacionales ante el temor de una gran devaluación de la moneda.
Esto, empero, parece que no sucederá. La política monetaria del Banco Central, basada en limitar el dinero circulante, ha sido entendida como la única forma de que el enorme déficit fiscal no se traduzca en inflación y cause mayores problemas.
Para muchos sectores, una consecuencia directa de los problemas sobre la producción se verá en un mayor desempleo. Esta situación afecta otra de las promesas presidenciales: la de salarios crecientes.
La inflación del 20 por ciento en 1994 podría regresar este año e inclusive aumentar, si el Banco Central afloja en su programa de restricción monetaria.
Los aumentos salariales apenas han compensado ese incremento en los precios y es de esperar una política aún más prudente para evitar un aumento del gasto y la inflación.
La canasta básica, que se implementó en las primeras semanas del Gobierno, con el fin de evitar aumentos en los precios de productos y servicios de consumo popular, no ha operado ante esta crisis.
Otra de las promesas fue la reforma bancaria. Los cambios en esta área se han circunscrito a la esfera legislativa. Sin embargo, parece haber avances significativos, sobre todo en las reformas al Banco Central y al sistema de supervisión, y casi se ha alcanzado un acuerdo legislativo para dar redescuento y acceso a las cuentes corrientes a la banca privada.
Curva ascendente
Si en el ámbito económico la incertidumbre es la tónica, en educación la historia es otra. Desde que llegó al segundo piso de la antigua Embajada Americana, Eduardo Doryan Garrón le imprimió vigor y dinamismo a la gestión educativa costarricense.
Pocos días bastaron para que el jerarca -de 43 años de edad- anunciara cambios que tocaron el plano estructural y funcional de la instrucción nacional. Doryan se apuntó a resolver problemas educativos álgidos y, pese a que su formación es de ingeniero industrial, se ha sabido meter con propiedad en distintos ámbitos de la enseñanza.
Variaciones en bachillerato, adecuaciones en programas de educación de adultos, introducción del segundo idioma en las escuelas públicas, modificaciones sustantivas a la instrucción indígena y nuevo reglamento de evaluaciones son solo algunas de las tareas emprendidas por esta gestión, considerada, por propios y extraños, como una de las mejores de los últimos años.
También puede citarse la agenda conjunta de trabajo con universidades públicas, negociaciones para ampliar el ciclo lectivo y programas especiales para los ocho mil rezagados en bachillerato, además del apoyo a las escuelas urbano-marginales.
No en vano, distintas encuestas califican a Doryan Garrón como el mejor ministro de la actual administración.
Sin embargo, no todo son rosas. Dentro de las mismas paredes del Ministerio de Educación Pública, se le critica el excesivo protagonismo que ha mostrado en 12 meses de funciones. Hay quienes se atreven a decir que está utilizando ese puesto para luchar en los próximos años por ocupar la silla presidencial.
A medio camino
Quizá uno de los puntos más álgidos que decidió enfrentar el Gobierno de Figueres fueron las condiciones sanitarias del país.
Desde el arranque anunciaron una aguerrida campaña de vacunación contra la difteria y el tétanos, la tos ferina, la poliomielitis, las paperas y el sarampión. Pero el esfuerzo no quedó allí; también a los pocos meses de haber ocupado las sillas, los responsables de la cartera de Salud iniciaron su lucha contra el dengue y la malaria.
Las intenciones eran claras: querían elevar los niveles de protección de la población infantil y disminuir el riesgo de infección con el virus del dengue y el plasmodium que produce la malaria.
Lograron la reducción de la malaria. Cortaron la transmisión del dengue en Puntarenas y en Guanacaste, pero todavía el virus sigue dando guerra; para los expertos, la enfermedad llegó para quedarse, lo que hace invariable la estrategia de lucha: eliminación de criaderos donde se desarrolla el mosco transmisor.
Tanto el Ministerio de Salud como la Caja Costarricense de Seguro Social, han volcado buena parte de sus fuerzas a la instalación de los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (EBAIS), sobre los que descansa el proyecto sanitario diseñado para estos cuatro años de gestión.
El trabajo no termina allí. Ambas entidades han estado enfrascadas en sus propias reformas financiadas con recursos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
No obstante, los críticos señalan que aunque se ha desplegado un enorme trabajo, no le han entrado con vigor a la parte medular: los problemas estructurales que están carcomiendo el sistema sanitario.
Escasa velocidad
Además de la salud, la seguridad ciudadana fue otro de los "caballos de batalla" de la naciente administración Figueres. La carta de presentación del ministro Juan Diego Castro fue la de una policía "tirada a las calles", mejor seleccionada, más eficiente y menos burocrática.
Aunque sin puntualizar resultados, las autoridades pregonan, al cumplir un año de labor, una mayor presencia policial, acciones concretas contra la corrupción y un significativo avance en el combate
Zona caliente
Las siguientes son algunas de las acciones gubernamentales que han despertado más polémica en el transcurso del primer año de la administración de José María Figueres: n Expulsión del país de cuatro asaltantes de bancos venezolanos detenidos en celdas judiciales y quienes iban a ser juzgados por robo y asesinato, entre otros delitos.
Denuncia de la pérdida de 1.002 armas del arsenal nacional atribuida a jerarcas del Gobierno anterior.
Elaboración de un plan de ajuste tributario con nuevos impuestos que actualmente se discute en el Congreso. -Información elaborada por los periodistas María Isabel Solís, Arturo Alvarez, Irene Vizcaíno, Mauricio Herrera y Yanancy Noguera. Roces con Estados Unidos por casos de expropiaciones, la empresa de telefonía celular Millicom, y la compañía norteamericana Chiquita Brands.
Cierre del Banco Anglo Costarricense.
Renuncia del ministro de la Presidencia, Elías Soley, y del presidente ejecutivo del Banco Central, Carlos Manuel Castillo.
Enfrentamiento entre Poder Ejecutivo y Judicial por cuestionamientos a la Sala Constitucional.
-Información elaborada por los periodistas María Isabel Solís, Arturo Alvarez, Irene Vizcaíno, Mauricio Herrera y Yanancy Noguera.