El segundo vicepresidente de la República, Luis Liberman, está convencido de que, a pesar de las circunstancias adversas, el Gobierno llevó a cabo una gestión positiva en el tema económico.
A pocos días de dejar su oficina en el segundo piso de Casa Presidencial, en Zapote, el encargado de la política económica de Laura Chinchilla sostiene que aunque no se aprobó el plan fiscal en el que el Gobierno invirtió año y medio de negociaciones, el balance final es favorable.
“Nos enfrentamos a una situación económica compleja, pues desde los años 30 no se había enfrentado una crisis internacional de esa magnitud y al final, creo que el país salió bien librado”, expresó el funcionario.
Liberman se apoya en datos como los del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que señalan que la inflación del 2013 fue de 3,68%, el resultado anual más bajo registrado desde 1971, hace 42 años.
Además, recalca que la economía creció a la tasa promedio de la última década, alrededor de un 4,6%, a pesar de las situaciones adversas y del déficit fiscal que siguió aumentando y que amenaza con llegar al 6% del producto interno bruto (PIB).
“Creo que es un gran logro”, dijo, pero de seguido añadió que no es lo que quisiera para el país.
También destacó la aprobación de tres proyectos que, opinó, le permitieron al Ejecutivo llegar a la orilla: los eurobonos para abaratar la deuda con la que se paga la deuda externa y las leyes de transparencia fiscal y de fortalecimiento de gestión tributaria.
Por otra parte, Liberman sostuvo que el rechazo de las fuerzas políticas a la reforma tributaria impidió al Poder Ejecutivo lograr una recaudación de, al menos, un 1,5% del PIB .