Aunque no se espera una temporada tan difícil como la de 2013, los bomberos forestales no descartan que este verano sea activo en cuanto a incendios.
“Que va a haber problemas, pues los va a ver, pero esperamos que no con el impacto de las temporadas 2012 y 2013”, dijo Luis Diego Román de Conifor.
El año pasado, el país vivió la peor temporada de incendios forestales cuando 55.610 hectáreas de bosque quedaron en cenizas. El déficit de lluvias del 2012 y la prolongación del verano en 2013, ayudaron a ello.
Según Juan Diego Naranjo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), las lluvias del año pasado estuvieron en el rango de lo normal, lo cual es positivo.
Aún así hay que prestarle atención al viento, principalmente en las regiones del Pacífico y Huetar Norte. Cualquier quema podría desembocar en incendio a causa de este.
“El fuego se puede utilizar pero de la forma adecuada y las quemas agropecuarias requieren permiso”, dijo Román.
La actual temporada de incendios forestales se extiende del 15 de enero al 15 de mayo. Los operativos ya arrancaron al activarse el Sistema de Alerta Permanente (SAP), que incluye alerta temprana, detección satelital, torres de vigilancia así como patrullajes.
Este año se dispone de 1.600 bomberos forestales, entre funcionarios y voluntarios.
En febrero se lanzará la campaña de prevención “Un verano sin incendios forestales”, la cual viene acompañada del libro ‘Un incendio menos, un bosque más’ que está dirigido a escolares.