Un oficial de seguridad del TSE es, por ahora, el principal sospechoso de haber sustraído papeletas de la segunda ronda, que se celebrará el 6 de abril.
Se trata de uno de los funcionarios que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) envió a las instalaciones de la imprenta R&R Donnelley, en Santo Domingo de Heredia, para cuidar el material electoral durante su elaboración.
El TSE suspendió ayer al empleado, luego de observar sus movimientos en los videos de seguridad de la compañía contratada para producir las papeletas.
Gustavo Román, vocero del Tribunal, afirmó que las grabaciones muestran acciones que dan “un grado de certeza importante” para determinar que él sustrajo las papeletas. “Estamos muy cerca de determinar quién fue, son indicios muy fuertes, son videos muy claros”, añadió.
Según Román, las imágenes muestran que el oficial sacó “pocas” papeletas, por lo que descarta una sustracción masiva.
“Fue una acción no sistemática. Fue una acción puntual, en un momento determinado en el que se le presentó la oportunidad, lo que nos hace concluir que ni siquiera podía haber tenido la aspiración o la intención de generar un fraude electoral”, expuso.
Jorge Chavarría, fiscal general, anunció que el Ministerio Público obtendrá hoy los videos para aportarlos como prueba en la investigación penal del caso.
De acuerdo con Chavarría, el empleado habría sustraído dos o tres papeletas que el TSE había desechado por defectuosas, con lo que se caerían las hipótesis de que eran falsificaciones o parte del material definitivo, que se usará en la elección presidencial.
“Parece que hubo un problema con el engomado. Ese material fue separado, estaba en un área distinta al área donde se manejaba el material. Ya estaba para destruirse”, mencionó el fiscal. Añadió que ahora se debe determinar para qué lo hizo. “Esa parte está pendiente de investigación y debemos agotarla, para que el país esté tranquilo”.
Según el fiscal, se debe precisar el hecho, para determinar si hubo delito o no. Si el funcionario incumplió obligaciones, podría tratarse de un delito funcional, dijo. Pero se evalúan diferentes opciones.
La filtración de papeletas fue conocida el lunes cuando Diario Extra y Extra TV 42 publicaron que a sus manos llegaron tres papeletas con los sellos de seguridad, que el TSE todavía mantenía en secreto.
Según los medios, alguien sacó documentación del TSE y la habría distribuido entre varias personas, el sábado. Agregaron tener tres copias que, por su numeración, serían para una junta electoral de Liberia, Guanacaste. Dos de ellas fueron dadas al Tribunal.
En un principio, el TSE sostuvo que el material de esa junta estaba completo y que no debió ser reimpreso. Ayer, Román reiteró que no faltaban papeletas, pero no sostuvo lo segundo.
“Una de las bitácoras que teníamos apuntaba a eso, a que no había sido reimpreso, pero, repito, ese detalle está protegido por la investigación”, dijo.
Román insistió en que, aunque se hubiese producido una filtración masiva, la acción no era capaz de producir un fraude electoral, porque las papeletas solo se convierten en votos, una vez que el elector las deposita con las firmas de los miembros de mesa.
El TSE terminará hoy de colocar dispositivos de seguridad adicionales en las papeletas y empezará a distribuirlas a los auxiliares electorales, la otra semana.
El Partido Acción Ciudadana pidió al TSE reimprimir los más de tres millones de papeletas con el argumento de que se requiere certeza en los comicios. Colaboraron Gerardo Ruiz y Daniela Cerdas