El candidato del Partido Acción Ciudadana, Luis Guillermo Solís, aseguró que la diferencia de 19.000 votos que le sacó al liberacionista Johnny Araya el domingo 2 de febrero es aún muy pequeña, por lo que pedirá a su dirigencia trabajar más para tener un mandato "incuestionable" , de ganar la Presidencia.
"Necesitamos ganar en segunda ronda (por realizarse el 6 de abril) por mucho más de 19.000 votos", dijo el aspirante presidencial.
Esta fue la reacción de Solís luego de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) diera a conocer esta mañana el resultado definitivo de la elección presidencial que dejó al PAC en primer lugar, con un 30,6% de los votos válidos, mientras que Araya obtuvo un 29,7%.
Tales manifestaciones las dio luego de una reunión con representantes de la Cámara de Industrias para exponerles la visión de su partido sobre el problema energético del país.
Los industriales insistieron en que la opción para la reducción de los costos de la electricidad es la apertura del mercado. Sin embargo, Solís insistió en que ese es un tema duro del PAC en el que no hay posibilidad de ceder.
Los diputados de la fracción de Acción Ciudadana se niegan a apoyar la iniciativa de contingencia eléctrica impulsada por el Gobierno, que plantea el incremento de la generación privada en el país.
Mañana, el aspirante del PAC también se reunirá con personeros de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) y con los productores de arroz.
Violencia deplorable.
Este lunes, el candidato presidencial también se refirió a los disturbios que se dieron ayer en el Estadio Nacional, durante el partido entre Cartaginés y la Liga Deportiva Alajuelense. A su juicio, se trata de actos deplorables y aseguró que no es aceptable que las directivas de los clubes de fútbol se echen la culpa una a otra.
"Son actos bochornosos que pueden derivar en gravísimos actos de violencia que generen muertes", dijo el candidato.
El aspirante añadió que se debería evaluar la exclusión de las barras de los estadios, para evitar que se sigan dando este tipo de actos en los partidos, que para él deben ser "fiestas deportivas".