El Partido Frente Amplio (FA), liderado por el candidato presidencial José María Villalta, llevará hasta al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) la batalla por sacar de su lista de diputados al sindicalista Jorge Arguedas, denunciado por violencia doméstica.
En una situación rara para el TSE, esta entidad deberá resolver si un partido político puede modificar las listas diputadiles después de haber sido oficializadas, como ocurrió en el Frente Amplio con Jorge Arguedas, quien figura en segundo lugar en la nómina de la agrupación en San José.
El FA avisó ayer al TSE que hará el sábado 16 de noviembre una nueva Asamblea General, con sus 70 miembros, con el objetivo de anular la aspiración de Jorge Arguedas, ratificado hace cuatro semanas, por la misma Asamblea, e inscrito sin que nadie lo impugnara antes.
La validez de esta asamblea depende del criterio del Tribunal de Elecciones, que ayer evitó adelantar una opinión . El dilema es si aún el FA está en tiempo de modificar la propuesta que presentará a los electores, en los comicios de febrero. Podría ser muy tarde.
De momento, Frente Amplio está de manos atadas. Depende de la voluntad de Jorge Arguedas de abandonar la candidatura o de un fallo del TSE que le resulte favorable sobre lo que decidirán los asambleístas en su reunión del sábado entrante.
“No fue José María el que le pidió la renuncia a Jorge; fue el Comité Ejecutivo, que es la representación legal de la Asamblea. En nuestras filas no hay ninguna tensión por este caso”, declaró la presidenta de Frente Amplio, Patricia Mora, quien ocupa el primer lugar en la papeleta legislativa josefina, que incluye a Arguedas.
Mora explicó que Jorge Arguedas no es un militante del Partido, sino un representante de los sectores a los que se abrió la agrupación para este proceso. “Somos compañeros de lucha, no de Partido”, declaró ayer por la tarde.
El Partido reaccionó sobre Arguedas al conocerse que tuvo una denuncia por violencia doméstica interpuesta por su exesposa y que enfrentó tres periodos consecutivos de medidas cautelares.
“El caso llegó al 2004 y prescribe a los diez años. Este caso está vivo”, dijo Mora tras asegurar que Arguedas les había dado una versión distinta. La explicación de él fue que nunca le habían extendido las medidas cautelares, según ella.
Arguedas, dirigente de uno de los sindicatos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), dijo el jueves que no piensa renunciar. “Nunca hubo juicio y por tanto nunca hubo condena alguna en mi contra, ni la ha habido sobre ningún delito”, insistió.
Ingenuidad. “Este es un partido que se basa en la confianza; quizá se pecó de ingenuo”, añadió la presidenta del Frente Amplio.
La agrupación está “pagando el costo de ser consecuente”, pues sostuvo que las reglas internas del Partido prohíben la postulación de personas vinculadas a probables casos de violencia intrafamiliar.
Mora dijo estar consciente de que el conflicto con Jorge Arguedas resta energías al Partido y también podría hacerle perder apoyo, pues algunas representantes de movimientos feministas anunciaron que no votarán por una papeleta que lleve al sindicalista.
“Sé que esto es doloroso para la familia de Jorge. Esto nos genera dolor y preocupación, pero hay un proyecto político por encima de todo (...). Tengo la fe de que él recapacite”, comentó Mora.