Cinco diputados volvieron ayer al recinto legislativo en el mismo edificio deteriorado de 1994, cuando comenzaron como legisladores de José María Figueres.
Las instalaciones casi no cambiaron, pero sí alojan grandes variantes de la política nacional y de la jornada del 1°. de mayo.
Ahora no se consume licor en la Asamblea Legislativa y todo es más sencillo. Nadie lleva trajes demasiado sofisticados. Al menos cuatro diputados fueron ayer sin corbata (FA y PAC).
Ya no hay bipartidismo ni caudillos. Ya no hay un Figueres que puede pactar con un Calderón y poner en línea a toda la Asamblea Legislativa, recordó Rolando González, uno de los cinco diputados que estuvieron aquí en 1994.
También están Juan Luis Jiménez Succar, Antonio Álvarez Desanti, Sandra Piszk (PLN) y Ottón Solís, ahora con el PAC.
En 1994 había cinco partidos y el PLN solo tuvo que negociar con Juan Guillermo Brenes Castillo, alias Cachimbal , para completar 29 votos y elegir el Directorio.
El PLN estaba en gobierno y tenía 28 diputados. Ahora el PAC llega con solo 13. “Era más fácil negociar”, recuerda González.
Ahora hay nueve partidos y la negociación es más compleja. Lo pueden decir los diputados del PAC, que ayer enfrentaron apuros y críticas en redes sociales.
Ese es otro elemento nuevo. redes sociales. Hay más control ciudadano y casi en tiempo real. Eso puede incidir en las decisiones del día, observa Sandra Pizk, segura de que eso influyó en la ruptura de negociación del PAC con diputados evangélicos ayer.
Y este es otro elemento nuevo: la presencia de temas sensibles para cristianos. En 1994 nadie hablaba de legalizar parejas homosexuales ni había planes de quitar el catolicismo como religión oficial del Estado. El debate de la fertilización in vitro (FIV) estaba aún lejos de Cuesta de Moras.
En 1994 los diputados no negociaban por mensajes de texto. Los celulares, si los había, eran ladrillos enormes y era mejor negociar en el cafetín, un espacio que en ese entonces era considerado parte del plenario, por lo que no se rompía el quórum tan fácil.
Ahora hay más transparencia, o más demanda popular de ella, aunque los diputados están más desprestigiados, admiten Ottón Solís y muchas encuestas.
González agrega que hace 20 años las protestas del 1° de mayo no siempre llegaban frente a la Asamblea Legislativa. Ahora es parte la jornada. Ayer lo fue.