De octubre a noviembre, los seguidores en Facebook de cinco candidatos a la Presidencia aumentaron en varias decenas de miles. Aun así, ni la quinta parte de sus bases reaccionó a sus mensajes en ese lapso.
En Facebook triunfa el mensaje que moviliza a las personas a compartirlo, o que acumula y acumula likes o logra ambas acciones.
Al comparar la cifra de seguidores en esos dos meses, junto a la interacción despertada por los políticos con sus publicaciones, ninguno movió a más del 11% de su barra.
A noviembre del 2008, el entonces candidato demócrata a la Presidencia de EE. UU., Barack Obama, tenía casi 2,5 millones de fanáticos activos en Facebook gracias a que su equipo de campaña supo crear sentido de participación y propósito en esta plataforma social.
Conforme las personas volvían suyos los mensajes de Obama, más los reproducían en redes sociales.
Pero, a un mes de los comicios, en Costa Rica sigue pendiente para estos cinco políticos la tarea de emitir un mensaje del cual se apropie la mayoría de partidarios en línea.
Esa es la conclusión que arroja un análisis de minería de datos elaborado por este periódico a partir de información descargada desde las cuentas de Facebook de los principales contendientes.
El reto para los comandos de campaña persiste a 32 días de las elecciones generales, en una nación de 4,5 millones de habitantes donde un millón de estos frecuentan Facebook, solo en la Gran Área Metropolitana.
El análisis de La Nación no refleja la intención de voto de cara a este 2 de febrero, como sí lo haría una encuesta de opinión pública.
Sin embargo, ni siquiera los dos políticos que lideran la intención de voto en varios sondeos de opinión lograron mayores niveles de interacción, a pesar de que sus cuentas en la plataforma social registraron la mayor crecida de adeptos en los dos meses estudiados.
Al cerrar octubre, Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), tenía 90.423 seguidores. Al finalizar noviembre, registraba 158.094, un repunte de 74% equivalente a 67.671 personas más.
En esos meses, sus emisiones lograron un promedio de interacciones menor al 2% de su base digital.
José María Villalta, aspirante de Frente Amplio, creció de 93.950 seguidores a 157.611; 63.661 adhesiones más para un 67% de variación.
Pese a ello, Villalta no logró que más del 4% de sus devotos en Facebook reaccionaran a sus mensajes.
La misma tendencia registraron Rodolfo Piza (Partido Unidad Social Cristiana, PUSC), Otto Guevara (Movimiento Libertario) y Luis Guillermo Solís (Partido Acción Ciudadana, PAC).
Cómo se hizo el análisis. Para elaborar esta información, se tomó la cantidad de seguidores que daban like o compartían los mensajes de cada uno de los cinco candidatos. Luego se dividió esa cifra entre el total de seguidores de cada uno de ellos para el momento cuando se emitió el mensaje.
“La impresión es que la gran mayoría de personas que siguen en Facebook a estos políticos, lo hacen por solo informarse de sus novedades, sin que ello implique una manifestación directa o explícita de apoyo”, señaló Michael Herradora, “minero” de datos de Inteligencia de Medios de Grupo Nación.
Para la extracción de los números de Facebook, Herradora utilizó un lenguaje de programación llamado Python, con el cual descargó y procesó todos los post o mensajes colocados en las páginas de los cinco principales políticos quienes se disputan la silla presidencial.
Con otro lenguaje de programación (se llama R), se procesó, analizó y representó la información.
Los datos y secuencias de programación están disponibles para su reproducción en: https://github.com/mherradora/candidatos-facebook-data .