El choque entre posiciones liberales y conservadoras en torno al aborto y religión atizó anoche el primero de los dos debates entre candidatos presidenciales organizados por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
En una actividad con formato más de foro que de debate, por la poca interacción entre ellos, el abogado Otto Guevara (Movimiento Libertario) y el pastor evangélico Carlos Avendaño (Restauración Nacional) subrayaron su oposición total ante la posibilidad de legalizar el aborto en Costa Rica.
En el otro extremo, el aspirante del izquierdista Partido de los Trabajadores, Héctor Monestel, abogó por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo e incluso se manifestó en favor de la figura del matrimonio homosexual con derecho a adoptar hijos.
En una posición más céntrica, Luis Guillermo Solís (Partido Acción Ciudadana, PAC) se manifestó en contra del aborto, pero reafirmó la posición de su partido en favor de la legalización de parejas homosexuales. Además, abogó por un Estado laico; no confesional, como está ahora en la Constitución Política. Advirtió, eso sí, que “no es lo mismo un Estado laico que uno ateo”.
Estos temas surgieron en un segmento que consistía en preguntas entre Guevara, Avendaño, Monestel, Solís, José Miguel Corrales (Patria Nueva) y Wálter Muñoz (Partido Integración Nacional).
Los restantes siete aspirantes presidenciales están convocados para un segundo debate esta noche en el TSE. Estos son los que aparecen en la segunda línea de la papeleta presidencial para el 2 de febrero.
El formato será parecido. Preguntas hechas por la producción del debate, otras de usuarios de redes sociales y un espacio de interrogación entre ellos con una pequeña réplica de 30 segundos, como la que permitió anoche mostrar las discordancias en temas como aborto, derechos sexuales y religión.
Además de estas diferencias, evidenciaron su choque ideológico sobre el papel del Estado. En un extremo, Monestel abogó por derogar todos los Tratados de Libre Comercio (TLC) y desconocer la deuda externa del país.
Por el otro, Guevara planteó que, para reducir tiempos de espera, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) compre más servicios a empresas privadas. Además, propuso cerrar la producción de alcohol del Estado y que el Consejo Nacional de Producción (CNP) no vuelva a vender productos con un precio más bajo de como lo compra al productor.
Eso lo dijo cuando Corrales le preguntó por el papel del CNP y la Fábrica de Licores. Al replicar, le dijo a Guevara que sin alcohol público la CCSS no podría seguirlo comprando al costo.
Wálter Muñoz, por su lado, usó varias veces su espacio para reclamar por la inequidad de la ley electoral, en contra de partidos pequeños, tanto en financiamiento como en acceso a medios.
Aunque no es hasta esta noche el turno de Johnny Araya (Partido Liberación Nacional, PLN) y de José María Villalta (Frente Amplio), ambos fueron mencionados por quienes criticaron la política tradicional o al “extremismo de izquierda”, como señalaron Otto Guevara y Carlos Avendaño. Nadie citó a la presidenta Laura Chinchilla.
En otros momentos del debate les preguntaron sobre políticas para combatir la pobreza y sus posiciones sobre empleo público. Y al final: ¿por qué quieren ser presidentes? Algunos, entonces, aprovecharon para pedir votar por sus candidatos a diputados.