EscucharUnos 3.600 escolares de tercero y sexto grados hacen, esta semana, pruebas internacionales que permitirán evaluar la calidad de la educación aquí y compararla con la de otros países de la región.
Se trata de exámenes del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce), que se aplican en 15 países latinoamericanos (incluido el nuestro) en materias de Matemáticas, Español y Ciencias.
Las pruebas fueron elaboradas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad y la Educación (Llece), órgano a cargo del análisis, que trabaja con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El Llece también se hizo cargo de seleccionar la muestra de 203 instituciones públicas, privadas, urbanas y rurales, de las 26 direcciones regionales del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Félix Barrantes, director de Gestión de Calidad Educativa del MEP, explicó que se aplicó un “pilotaje” el año pasado, pero no fue sino hasta hace unas semanas cuando se supo cuáles centros educativos participarían de la iniciativa.
“La muestra se nos comunicó hace muy poco, para evitar que hubiera preparación adicional en las escuelas. La idea de estas pruebas es encontrar al centro educativo en sus condiciones naturales”, dijo Barrantes.
La edición previa de la investigación, denominada Serce, se efectuó en el 2006. En esa ocasión, Costa Rica únicamente participó en Español y Matemáticas.
Por otro lado, Barrantes señaló que los directores de centros educativos, docentes y padres de familia deberán llenar cuestionarios con información sobre infraestructura, liderazgo de los administrativos, formación de los docentes y condiciones del hogar, entre otros.
“Además de obtener datos sobre el rendimiento, podemos cruzar variables para encontrar correlaciones con el contexto de los estudiantes”, manifestó Barrantes.
Esta idea la compartió el ministro de Educación, Leonardo Garnier, quien aseguró que el estudio le brindará al país insumos para la formulación de políticas.
Una de las escuelas participantes es la República de Chile, en San José. Ayer, la directora, Ingrid Marín, convocó a padres de familia.
“Es una forma de evitar que los chicos sientan temor o presión de sus padres porque se les explica que no hay un puntaje; es simplemente un diagnóstico”, dijo Marín.
Gustavo Céspedes, cuya hija está en esa escuela, dijo sentirse feliz de que la niña pudiera participar de una evaluación internacional. Colaboró: Fabián Hernández
