La Universidad de Costa Rica (UCR) celebróesta mañana sus 75 años con un acto solemnte en el Teatro Nacional y una larga lista de homenajes a estudiantes aplicados de grado y posgrado. Iban Marcela, Daniel, Priscilla, José Luis, otras decenas de nombres de jóvenes y por ahí también el de Héctor Trejos.
Trejos, un licenciado en contaduría pública y profesor en la sede de la UCR de Puntarenas, recogió su título como máster en Gestión Hotelera, una medalla un saludo del presidente Luis Guillermo Solís y contó lo que él cree significa esta universidad: “un lugar que le ayuda a uno para que uno ayude a otros”.
Lo dijo sin trazos de demagogia, antes de contar que su objetivo desde la Universidad y como acción social (fuera de la U) es la promoción de pequeñas empresas turísticas en toda la costa del Pacífico central y norte. Es decir, de Parrita hacia arriba. “Estoy convencido de que Costa Rica, incluso en el turismo, se desarrolla con empresas pequeñas y no solo con los monstruos”, dijo este porteño.
Trejos tiene 48 años y habla con la convicción usual de los estudiantes de la edad promedio. “Uno tiene que devolver a la sociedad lo que le ha dado y la universidad es un medio. Es mucho lo que se puede hacer desde ella”, dijo mientras dentro del Teatro desfilaban los estudiantes jóvenes de mejores notas, puntales del trabajo de la UCR.
Ya habían hablado el rector Hening Jensen y el presidente de la Federación de Estudiantes, Jordan Vargas. Estaba también por hacerlo el presidente Solís y el discurso no era muy distinto entre ellos: exaltar los 75 años de la UCR, pero no por el valor propio, sino por el aporte al país.
No faltaron, claro, las referencias a la discusión sobre la inversión del Estado en las universidades, horas después de que el Gobierno aprobara incrementar un 7,38% el presupuesto para las institucioners de educación superior en el 2016.
Nadie, sin embargo, mencionó en público la manifestación callejera que el sindicato interno y algunos estudiantes harán este jueves para protestar porque querían un presupuesto mayor.
Solís llamó a hacer un esfuerzo por optimizar cada colón del presupuesto que recibirá la UCR y también a su población a recibir la “contraloría ciudadana”; es decir, la crítica de otros sectores, aunque no necesariamente los que están y han estado siempre contra el trabajo de las universidades estatales, señaló sin decir nombres.
Entonces sí acabó el acto solemne. Solís salió directo y solo se detuvo para fotografiarse con gente que se lo pidió. Héctor fue con su esposa e hijo a buscar el carro para volver a Puntarenas. Algunos funcionarios iba a sus carros con chofer y muchos estudiantes homenajeados salían a buscar la parada del bus o el taxi, acompañados de sus papás orgullosos.