Entre pasajes de bus, tarifas de busetas privadas, taxis y gasolina del carro familiar, los hogares costarricenses y el Ministerio de Educación Pública (MEP) invierten ¢60.000 millones al año en transporte escolar.
Del gasto total, ¢33.000 millones anuales salen de los hogares y ¢27.000 millones los paga el MEP en 171 rutas adjudicadas a buses privados y 98.000 becas de transporte para estudiantes.
El cálculo de la inversión que hacen las familias se basa en la Encuesta de Ingresos y Gastos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según el MEP, el transporte es el segundo componente de más gasto educativo de los hogares, después del monto por matrículas.
“Hay familias que solo pagan una tarifa y no les importa con quién viaja su hijo. Instamos a revisar si el transportista cumple con los requisitos y, si no es así, que denuncien en la plataforma en Internet del Consejo de Transporte Público (CTP)”, dijo Pablo Rosales, jefe de Plataforma de Servicios del CTP.
Para el curso lectivo que se inicia hoy, solo un 70% de transportistas de escolares tiene el permiso al día para brindar el servicio.
En carrera. Para algunos hogares, el transporte escolar no es solo un gasto, sino una preocupación debido a que los buses no llegan a su comunidad por el mal estado de las carreteras.
Ese el caso de Patricia González, vecina de Sacramento, en Barva de Heredia. Un puente inestable y sin barandas impide que los buses lleguen a su comunidad para transportar a sus dos hijos al Colegio Norma Steinvorth, en San José de la Montaña, en Barva (Heredia)
Esa limitación obliga a que los jóvenes recorran, todos los días, unos cinco kilómetros en bicicleta y 15 kilómetros en bus.
En caso de que pierdan el autobús de las 6:30 a. m. o que entren a clases en horario de la tarde, González paga ¢5.000 a un vecino para que los lleve al colegio.
“No puedo pagar ¢50.000 de buseta privada, es mucha plata. Solo en pasajes de bus se nos van unos ¢24.000 al mes por los dos. Hay días en los que tengo que pagarle a un señor ¢10.000 diarios para que los lleve y los vaya a recoger en la tarde”, dijo González.
Las familias reclaman que bajó el precio de los combustibles; sin embargo, la factura de las busetas se mantiene o incluso aumentó respecto al 2014.
La defensora de los Habitantes, Montserrat Solano, enfatizó en la importancia de que las busetas de escolares tengan cinturones para cada asiento y una persona mayor de edad que acompañe al conductor, cuando transporte niños de escuela.
“Un llamado también a los conductores para que respeten las zonas escolares, disminuyan la velocidad y manejen responsablemente”, afirmó Solano.
La Policía de Tránsito informó de que 150 oficiales harán operativos en todo el país y que mantendrá vigilancia frente a las 83 escuelas y colegios de la Gran Área Metropolitana (GAM).