Limón
Génesis Leiva Vargas espera recibir su primer salario del Banco Nacional para ir a la basílica de los Angeles, en Cartago, y cumplir así una promesa que desde hace tiempo hizo si sacaba una profesión y conseguía trabajo.
La muchacha es parte del grupo de primeros graduados del Centro Académico del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) en Limón, que abrió sus puertas en el 2014.
Se trata de tres jóvenes que cursaron la carrera de Administración de Empresas. Junto a Leiva, además recibieron sus títulos Rosaura Romero Cisneros y Esteban Rojas Guevara.
“No puede imaginar lo feliz que estoy por haberme graduado y lo ilusionada que me encuentro porque ahora voy a continuar con las materias de licenciatura”, expresó Leiva, quien es la menor de tres hijas de un hogar oriundo del poblado de La Bomba.
Ella y sus compañeros salieron del Colegio Universitario de Limón y estuvieron entre los 80 primeros matriculados en el ITCR, universidad pública que comenzó en el Caribe con un sola sede, ubicada en la terminal portuaria Hernán Garrón Salazar de la Junta de Administración Portuaria y Desarrollo Económica de la Vertiente Atlántica (Japdeva) .
Ahí mismo se levantó el año pasado un segundo módulo y para agosto se prevé inaugurar la primera etapa de un edificio propio, en barrio Roosevelt.
Este crecimiento permitirá dar más facilidades a los 255 matriculados al 2017, quienes provienen de los seis cantones limonenses. El 90% de alumnos recibe algún tipo de subsidio.
Las carreras que se ofrecen son las ingenierías en Producción y Computación, así como Administración de Empresas.
Los desafíos
La aventura de instalarse en el Caribe comenzó para atender la necesidad de capacitación ante las posibilidades de trabajo que se abren para la provincia con la construcción de un megapuerto por parte de la firma holandesa APM Terminals, la nueva carretera o incluso la obligada transformación de Japdeva.
Sin embargo, uno de los mayores retos fue la conformación del cuerpo de docentes, pues allá no había. Por eso, el equipo inicial provino de Cartago, explicó Roxana Jiménez, directora del centro de estudios.
Ahora se han unido profesores de otras partes del Valle Central, así como limonenses que tuvieron que salir de la zona años atrás para poder estudiar.
Uno de ellos es Jean Carlos Miranda, quien dejó Valle La Estrella para estudiar Computación en el ITCR en Cartago. Con 30 años y una maestría ahora vuelve a su tierra natal.
“Esto me llenó de felicidad, no solo porque tenía mi plaza para ganarme el sustento, sino porque me daba la oportunidad de regresar a Limón a compartir mi aprendizaje con muchachos que al igual que yo perseguían un sueño de superación”, manifestó Miranda.
Con los primeros pasos ya superados, ahora el Tecnológico estudia más vías de crecimiento, y no solo en infraestructura. Por ejemplo, Jiménez dijo que se analiza la opción de que el ITCR trabaje para establecer una zona económica especial.
“La idea es que el Tecnológico, además de capacitar, también pueda generar empleabilidad”, expresó la directora.