Mantener abiertos los comedores de escuelas y colegios en días no lectivos es una posibilidad que analiza el Ministerio de Educación Pública (MEP) para este 2016.
Rosa Adolio, directora de Programas de Equidad del MEP, dijo que realizan una evaluación del plan piloto, que se implementó el año pasado, en el que se mantuvieron abiertos 121 comedores estudiantiles en todo el país, desde el jueves 10 de diciembre y hasta el 5 de febrero del 2016.
“Actualmente, el servicio de comedor solo cubre 200 días lectivos. En el análisis que hagamos de si se continúa o no la apertura de comedores en periodos no lectivos, tenemos que estudiar en cuáles periodos se abriría que incluyen fines de semana y vacaciones”, explicó Adolio.
Según datos del MEP, la apertura de los comedores escolares en vacaciones de fin de año benefició a 41.226 estudiantes de primaria y secundaria.
El pago de alimentos, de servidoras y otros costos asociados al servicio, rondaron los ¢731 millones, que se cubrieron con el presupuesto del Ministerio.
Proyecto de ley. Esta semana, los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) presentaron el Proyecto de Ley del Sistema de Alimentación y Nutrición Estudiantil (SANE), que propone que el programa de comedores brinde el servicio a los estudiantes los 365 días del año en las escuelas ubicadas en zonas de mayor concentración de pobreza.
“Este proyecto de ley se presenta, pues las vacaciones escolares para algunas familias constituyen un verdadero drama, ya que en muchos casos, genera la angustia de bocas vacías”, expresó el legislador socialcristiano Luis Vásquez.
La iniciativa plantea, además, declarar de interés público este sistema para garantizar la adecuada alimentación y nutrición de estudiantes que se encuentren en riesgo de exclusión social, pobreza y pobreza extrema.
La apertura de los comedores escolares en vacaciones de fin de año “fue una salvada” para muchas familias.
Shileydi Tercero, encargada del comedor en La Carpio, dijo el año pasado que la respuesta fue satisfactoria. De los 300 niños inscritos para el beneficio, llegaron más de 200 al día.
“No pensé que fueran a venir tantos niños a comer en vacaciones. Hay chiquitos que sabemos que es la única comida al día que tienen; lo que hicimos fue llenarles el plato para que se fueran bien llenitos. Otros niños piden repetir, a ellos nunca les negamos un segundo plato”, manifestó Tercero.